En su última edición, el medio británico The Economist arremetió duramente contra la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, quien viene de arrasar en las elecciones del pasado 2 de junio con casi el 60 % de los votos, mientras que su más cercana competidora, Xóchitl Gálvez, obtuvo sólo el 27 % del total de las urnas.
El triunfo significó una nueva victoria para la izquierda mexicana, después de la de Andrés Manuel López Obrador en 2018, que dio al popular mandatario un periodo presidencial de seis años. Además, es casi seguro que la coalición de izquierda Morena obtendrá una supermayoría en el Congreso. Pero preocupa lo que podría venir para el país de cara al futuro, según reseña el medio británico.
“La contundente victoria se debe en parte a las políticas redistributivas de Morena, una combinación de transferencias de efectivo y aumentos constantes del salario mínimo”, cuenta The Economist sobre las preocupaciones económicas. “El déficit fiscal ya supera el 5 % del PIB. Contenerlo y al mismo tiempo pagar estas transferencias, que Sheinbaum planea ampliar, es solo uno de los desafíos”, analizan en su más reciente edición.
De igual manera, cuestionan que Sheinbaum tendrá que complacer a sus seguidores y a su partido, sin contar con el carisma populista de López Obrador, y al mismo tiempo tranquilizar a los mercados financieros. También es necesario abordar urgentemente la creciente inseguridad y la deslucida economía de México para la tecnócrata exalcaldesa de la Ciudad de México.
“Prometió gobernar para todos los mexicanos, preservar la democracia, trabajar con Estados Unidos y alentar las empresas y la inversión privadas. Pero el mercado de valores de México cayó un 6 % y el peso cayó a su nivel más débil frente al dólar en seis meses”, dicen acerca de las preocupaciones financieras, pero también hay un punto acerca del futuro de la democracia que podrían significar una crisis para el país.
Esto porque se plantea que se podrían apoyar los esfuerzos de López Obrador para realizar una nueva constitución de manera que socaven la democracia y perjudiquen a las empresas en México. “El Congreso toma sus escaños un mes antes de que el nuevo presidente asuma el cargo, por lo que López Obrador tendrá la oportunidad de impulsar el mismo un paquete de 20 cambios constitucionales”, manifiesta el artículo.
“Quiere consagrar el bienestar animal y un salario mínimo fijado por encima de la inflación. Los jueces de la Corte Suprema y los jefes del órgano electoral serían designados por voto popular. Se aboliría una serie de agencias autónomas. El control de la policía federal pasaría al Ministerio de Defensa, que la Corte Suprema había declarado inconstitucional”, critica The Economist, que asegura que Sheinbaum ha mostrado su apoyo a dichos planteamientos.
Además, muestran un miedo acerca de que incluso si Sheinbaum quisiera desmarcarse de López Obrador, la influencia del antiguo mandatario podría afectarla una vez salga de la Presidencia, ya que él controla el partido y puede frenar cualquier idea opuesta que ella tenga, especialmente en materia económica, en que el mandatario ha sido poco flexible.
“La señora Sheinbaum es astuta. Quizás encuentre formas de dejar su propia huella y al mismo tiempo mantener feliz a su mentor, tal vez haciéndose eco de su retórica nacionalista, de priorizar a México, mientras actúa con menos grandilocuencia y es amigable con las empresas en privado. Tendrá más espacio para promover sus propias políticas en servicios públicos como la atención sanitaria”, dice el medio.
Finalmente, aseguran que es preocupante la falta de una oposición seria al gobierno de izquierda, ya que la coalición opositora más fuerte, que ha estado liderada por Xóchitl Gálvez, ha sido un fracaso total. Por lo cual, Morena tendría la oportunidad de reforzar su control y deja peligrosamente pocos contrapesos.