Incansable y vehemente, el líder indígena Leonidas Iza se traza un único plazo para detener las masivas protestas en Ecuador: hasta que el gobierno alivie la pobreza de los suyos, pero sin planes de derrocar al presidente. El dirigente de 39 años se dijo “engañado” por unas conversaciones con el gobierno que no avanzan en doce días de intensas movilizaciones, mientras su pueblo “pone muertos”.

Presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Iza lidera la presión contra el conservador Guillermo Lasso y exige medidas para amortiguar el costo de vida. Reducir los precios de combustibles, una moratoria de deudas para campesinos con la banca estatal y privada y subsidios para los productos agrícolas figuran entre los diez pedidos al Ejecutivo.

Tres presidentes dejaron el poder de manera abrupta entre 1997 y 2005 ante la presión social. Iza, quien en 2019 ya encabezó una protesta antigobierno que dejó 11 fallecidos y más de 1.000 heridos, asegura que las manifestaciones han “profundizado la lucha de clases” y “exacerbado el racismo” en un país donde un millón de los 17,7 millones de habitantes son indígenas. En una entrevista, el líder indígena dejó claro que las protestas están lejos de terminar en territorio ecuatoriano.

¿Hasta cuándo será la protesta?

Es una movilización indefinida hasta tener los resultados. Ya no podemos sostener la ira de la gente. La indignación rebasa el control de las estructuras organizativas que tenemos. Es un momento muy complejo. Nosotros hubiéramos esperado que el presidente de la república responda los temas centrales sobre la crisis, la pobreza que está viviendo nuestra gente.

Hay una decisión de luchar. Hemos puesto nuestra voluntad de diálogo siempre. Lo que sí nos ha generado una reacción es el diálogo sin resultado, nos sentimos engañados.

¿Han sostenido algún contacto con el gobierno?

Por el momento no. Hemos dicho que no queremos intermediarios, lo que queremos es garantes de este proceso, capaz de que si no cumple el gobierno sean los garantes los que convoquen a cumplir los compromisos. No puede ser que en pleno siglo XXI tengamos que venir a poner muertos para que nos entiendan. Estaremos entre unas 100.000 y 200.000 personas en todo lo que ha significado la movilización.

¿Cómo impacta el costo de vida entre los indígenas?

El tema económico es de desesperación, es por eso que estamos aquí. Mucha pobreza, el precio de los combustibles ha incrementado los de los demás y los más pobres somos los que más sufrimos. Imagínese un litro de aceite, que comprábamos a 1,50 dólares, ahora tener que comprar a 3,50. No tenemos un sueldo, lo que producimos en el campo vamos a vender en la feria a lo mismos precios desde hace 15 años, estamos en el vaivén del mercado, de los intermediarios.

¿Qué opinión tiene de Lasso?

En el 2017 era el que convocaba a la lucha, el que incitaba a los levantamientos al movimiento indígena, él era el que estaba en concentraciones arengado que hay que luchar. Ahora él está gobernando. Pasar al otro lado para implementar la violencia contra los manifestantes sabiendo que estamos en una crisis [...] realmente es doloroso que luego de ser luchador social supuestamente, ahora se haya convertido en atacar a su pueblo.

Con información de AFP