El gobierno interino encabezado desde enero de 2019 por el líder opositor Juan Guaidó debe “desaparecer” porque ha perdido “legitimidad”, dijo Julio Borges, expresidente del Parlamento de Venezuela, dos semanas después de una aplastante derrota opositora en las elecciones regionales. “La noción del gobierno interino tiene que desaparecer completamente, no podemos seguir con una nómina, con una burocracia que el año pasado llegó a casi 1.600 personas. Nosotros pedimos eliminar eso completamente”, dijo Borges a periodistas durante una videoconferencia desde Colombia en la que renunció a su cargo como colaborador de Guaidó.

Borges, exiliado en Bogotá, se desempeñó como delegado diplomático de Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y otro medio centenar de gobiernos, aunque en la práctica no ha logrado desplazar al presidente Nicolás Maduro del poder. “Hay que dar pasos de reforma a todo lo que se ha llamado gobierno interino (...), el gobierno interino se ha deformado”, señaló Borges, que expondrá el martes sus propuestas ante una comisión conformada por miembros del Parlamento elegido en 2015 y cuya vigencia caducó en enero de 2021, tras asumir funciones una nueva Asamblea Nacional, con mayoría oficialista, elegida en diciembre de 2020.

El dirigente advirtió que la lucha opositora para “salir de la dictadura” de Maduro, cuya reelección en 2018 desconocen al considerarla “fraudulenta”, ha perdido “legitimidad”. Y remarcó: “Hemos perdido legitimidad, apoyo internacional, porque ha habido demasiadas contradicciones, ha habido demasiados errores, ha habido demasiados escándalos y eso ha hecho que el mundo haya puesto el caso venezolano en la nevera, en la espera”. Debido a ello, señaló que es apremiante “reconstruir y acumular la fuerza para volver a ganar legitimidad dentro de Venezuela y fuera de Venezuela”.

El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, líder de la oposición de Venezuela, trepa la cerca en un intento fallido de ingresar al recinto legislativo para una sesión en que elegirían al nuevo líder del organismo en Caracas, Venezuela, el domingo 5 de enero de 2020. Foto: AP / Matías Delacroix | Foto: Copyright 2020 The Associated Press. All rights reserved

La propuesta de Borges busca un cambio de ruta en la oposición, pulverizada por profundas fracturas que fueron evidentes en las elecciones regionales del 21 de noviembre celebradas con el retorno de los principales partidos opositores tras varios años de boicot, pero con pocos acuerdos en candidaturas unitarias.

Borges cuestionó además los hechos de corrupción que han salpicado al gobierno interino. “El tema de los activos (fuera de Venezuela) verdaderamente es un escándalo, no hay voluntad política de los partidos para hacer lo que hay que hacer: crear un fideicomiso para que esos activos se separen del manejo de los partidos políticos, principalmente el partido de Juan Guaidó, y se pueda tener independencia, transparencia, claridad”, cuestionó. El que fuera el “canciller” del “gobierno” de Guaidó calificó de “payasada” la Operación Gedeón, el plan frustrado para derrocar a Nicolás Maduro.

La Operación Gedeón fue un plan liderado por mercenarios estadounidenses y desertores de las Fuerzas Armadas venezolanas que buscaba derrocar a Nicolás Maduro y que fracasó tras un fallido desembarco en las costas venezolanas. A finales de marzo de 2020, el exgeneral venezolano Clíver Alcalá, que lideraba la operación, se entregó a agentes estadounidenses en Barranquilla. Posteriormente, fue extraditado a los Estados Unidos.

CARACAS, VENEZUELA - 17 DE FEBRERO. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sale de una conferencia de prensa en el Palacio de Miraflores, el 17 de febrero de 2021 en Caracas, Venezuela (Foto de Carolina Cabral / Getty Images) | Foto: 2021 Getty Images

Durante meses, entre Bogotá y La Guajira, varios personajes planearon una operación quijotesca para tumbar a Nicolás Maduro. La protagonizaron mercenarios estadounidenses y desertores de las Fuerzas Armadas venezolanas. La Operación Gedeón terminó reducida a un temerario desembarco en las costas venezolanas en mayo, en el que sus participantes cayeron presos o muertos. Pero muchas piezas del descabellado intento de golpe de Estado quedaron en el misterio, como el interrogante sobre la infiltración que Maduro logró entre las filas de los golpistas. SEMANA conoció informes que los señalan de ser agentes de Maduro que planeaban en Colombia “acciones desestabilizadoras” contra el régimen. Así buscaban darle argumentos al gobierno vecino, que constantemente se muestra como víctima de conspiraciones internacionales. Además, dicen esos informes, los capturados contactaron a funcionarios de organismos de inteligencia colombianos para sacarles información reservada. Hasta ahora Guaidó no se ha pronunciado tras la renuncia de su hombre de confianza.

Con información de la AFP.