A través de un video en vivo un hombre, de 35 años, transmitió la cruel y despiadada forma en la que acabó con la vida de una mujer en la ciudad de Baton Rouge, Luisiana, Estados Unidos. Los internautas que presenciaron la macabra escena alertaron a las autoridades.

La mujer de 34 años fue identificada como Janice David, quien fue golpeada y apuñalada hasta la muerte. El cuerpo, según reportaron medios locales, fue hallado desnudo al interior de un carro que estaba parqueado frente a un edificio.

El sargento de la Policía de Baton Rouge, L’Jean McKneely, dijo a la prensa que el crimen fue grabado y trasmitido en tiempo real a través de Instagram por un sujeto que responde al nombre de Earl Lee Johnson Jr. Este hombre fue capturado en flagrancia luego del reporte hecho por las personas que alcanzaron a ver la transmisón.

Johnson, al parecer, le confesó a los investigadores que había tomado la decisión de asesinar a Janice después de que ambos pasaran varios días consumiendo drogas. El capturado enfrenta cargos de asesinato en primer grado, informó People.

Según la investigación, Earl Lee tras matar a la mujer habría intentado incinerar el vehículo con el cuerpo adentro, con la intención que este no fuese hallado. El automotor al parecer también era robado.

El sargento de la Policía calificó el crimen como “muy espantoso” y dijo que transmitirlo fue un “acto muy, muy malvado”. Por su parte, Johnson permanece recluido en la cárcel sin derecho a fianza

Estudiante colombiana maltratada

En el transcurso de esta semana también se conoció un brutal matoneo que sufrió una joven colombiana de 15 años en un colegio en la Florida, también en Estados Unidos. Se trata de Paula Corva quien recibió una golpiza por parte de varias de sus compañeras de escuela.

Una de las jóvenes le puso el pie en el cuello tras tumbarla la piso, mientras que otra le inmovilizó del tronco para abajo y el resto la golpeaban por todo el cuerpo con puños y patadas. La violenta escena se vivió en el comedor de la escuela Countryside High School, ubicada en Clearwater. Los otros alumnos solo atinaron a sacar sus celulares y grabar.

Paula se fue de Bogotá hace dos años a vivir con su padre, Camilo Corva, a Estados Unidos. Tiene claro que estudiar allí y manejar una segunda lengua le abrirá puertas profesionalmente. Hace un par de meses se mudaron a Clearwater y por eso llegó a ser la nueva en la escuela pública, a donde entró a cursar noveno grado. Es carismática y su belleza latina resalta en los pasillos de la institución. Rápidamente ganó amigos. Ve clases con jóvenes de 15 a 17 años y, por ejemplo, en la de inglés se encontró con el grupo de afrodescendientes que la atacó, ellas cursan los últimos grados.

Semana y media después de llegar al nuevo colegio empezó a sentir que esas jóvenes la veían con desdén. “Me miraban mal, se burlaban de mí. No les presté atención hasta el día que me golpearon”, relata Paula. De no ser porque una maestra intervino y las separó junto con dos de los amigos de Paula, el desenlace hubiera sido peor. Había escuchado que en ese país las medidas contra el matoneo son severas. Así que cuando la llamaron a la oficina de la dirección, pensó que tendría todo el respaldo, pero lo que allí pasó los decepcionó a ella y a su padre. “Me llaman a decirme que van a suspender a mi hija por tres días por el incidente, mientras que a las otras chicas no las castigarían”, dijo Camilo.