Un ciudadano de Uzberkistán que trabaja en uno de los sitios de los Juegos Olímpicos de Tokio fue detenido este domingo acusado de violación por una mujer que también trabaja en la organización de los Juegos, informó la Policía de Tokio.

El estudiante, de 30 años, habría violado a una mujer de unos veinte años en la noche del viernes, le dijo a la AFP el departamento metropolitano de Tokio, sin precisar el lugar.

Según los medios locales, el sospechoso conoció a la joven japonesa durante el día y la habría agredido en el estadio Olímpico tras ver un ensayo de la ceremonia de inauguración de los Juegos.

Según la agencia de prensa Kyodo, ambos eran empleados a tiempo parcial para la organización de los Juegos y trabajaban en el estadio, antes de ver el ensayo.

El hombre afirmó que la mujer no se opuso a la relación, informó la cadena de televisión NHK.

La ceremonia de apertura tendrá lugar el viernes y abrirá oficialmente estos Juegos, aplazados un año por la pandemia.

Los organizadores se han visto obligados a prohibir la presencia de público en todos los eventos olímpicos en la capital nipona, incluida la ceremonia de inauguración. El estadio Olímpico (68.000 localidades) será también utilizado para la ceremonia de clausura, así como para el atletismo y algunos partidos de fútbol.

Preocupación por coronavirus

Tras surgir tres casos positivos de covid-19 en el seno “del mismo equipo” en la Villa Olímpica, los Juegos de Tokio se enfrentan este domingo a la gestión de un primer brote de infección.

A cinco días de la apertura de los Juegos Olímpicos (23 de julio - 8 de agosto), los organizadores han detectado a dos deportistas infectados en la Villa, justo después de anunciar la víspera el primer caso positivo –un miembro del equipo– en esta inmensa residencia emblemática de los Juegos.

Esos tres infectados son “del mismo país y el mismo deporte”, reveló este domingo un portavoz del comité de organización durante una rueda de prensa, sin dar más detalles sobre la delegación afectada.

Los dos deportistas positivos y su acompañante han sido “aislados en su habitación y Tokio-2020 les lleva la comida”, añadió la misma fuente, mientras que sus “contactos estrechos han sido identificados”.

Estos “contactos” han sido sometidos inmediatamente a pruebas nasofaríngeas, que se añaden al control de saliva cotidiano de los participantes en los Juegos, y deberán “comer en su habitación, entrenarse aparte y tomar transportes separados”, explicó Pierre Ducrey, director adjunto de los Juegos en el seno del Comité Olímpico Internacional (COI).

La duración de estas medidas, que influyen en la vida del grupo así como en la preparación de la competición, dependerá de lo que dicte el “centro de control” anticoronavirus en la Villa Olímpica.

“Solo cuando los expertos dictaminen que no supone ningún riesgo para los demás, puede uno unirse a su equipo”, detalló Pierre Ducrey.

No se trata de los primeros casos de covid-19 relacionados con los Juegos, ya que el COI contabilizaba este domingo 55 pruebas positivas entre las 30.000 llevadas a cabo sobre 18.000 deportistas, personal de sus equipos, oficiales o periodistas, llegados a Japón desde el primero de julio.

El COI también confirmó que uno de sus miembros, el surcoreano Seung Min Ryu, dio positivo a su llegada al archipiélago. El martes y el miércoles, los 102 miembros de la instancia se reunirán en un hotel de la capital japonesa para su asamblea general.

Sin embargo, el primer brote en el seno de la Villa Olímpica ilustra los temores a una infección en cascada en este lugar sin equivalente en el mundo deportivo, poniendo a prueba las medidas anticoronavirus preparadas desde hace meses.

“Es inevitable que tengamos casos”, reconoció este domingo Christophe Dubi, director de los Juegos en el COI, consciente del temor de una parte de la población japonesa frente a esta cita planetaria.

Un pico de 6.000 personas

Aseguró, no obstante, que “todo está listo para limitar las relaciones” y “mantener el riesgo” de infección en cadena “en un mínimo absoluto”.

Los casos positivos ligados a los Juegos son por ahora marginales, subrayaba el sábado el presidente del COI, Thomas Bach, que promete desde hace meses unos Juegos Olímpicos “seguros” tanto para los participantes como para la población japonesa.

Desde la primavera, el COI había concentrado sus esfuerzos en la vacunación de las delegaciones, alcanzando un acuerdo con los laboratorios Pfizer y BioNTech antes de poner en marcha ‘vacunódromos’ olímpicos en Catar y Ruanda.

La instancia pone ahora el acento en el cribado intensivo de los participantes en los Juegos, la limitación de contactos y el aislamiento inmediato de los casos positivos.

“Probablemente sea la población más controlada del mundo en estos momentos”, insistió Pierre Ducrey.

Por otro lado, mientras la Villa Olímpica ha sido concebida para 17.000 personas, solo 6.000 como máximo podrán residir al tiempo, en el pico previsto a la mitad de los Juegos, calculaba el sábado Christophe Dubi.

La casi totalidad de las pruebas de los Juegos tendrán lugar a puerta cerrada y decenas de miles de participantes –de deportistas a oficiales, pasando por periodistas llegados del extranjero– serán sometidos a estrictas restricciones debido a los riesgos sanitarios.

Preguntados por AFP, habitantes de Tokio mostraron su preocupación: “Pensaba que la Villa Olímpica sería más segura, me sorprende que el virus haya podido entrar (...) La epidemia se extenderá más una vez empiecen los Juegos”, dijo Riyoka Kasahara, de 23 años.

“De alguna manera, me lo esperaba. Me pregunto por qué se celebran estos Juegos, aunque hayamos esperado un año, sobre todo viendo que hay variantes más contagiosas”, afirmó de su lado Shotaro Watanabe, de 22 años.

Con información de la AFP.