Los ojos del mundo están sobre Venezuela, tras las revelaciones que han salido a cuenta gotas por el robo a la estatal petrolera. Pero quizás lo que más ha llamado la atención son las llamadas ‘muñecas del petroleo’, mujeres que el fiscal Tarek William Saab llamó así por su papel en ese entramado.
Una de ellas es Olvany Gaspari. La bella mujer es cercana a otro de los peces gordos capturados en el escándalo, el diputado venezolano Hugbel Roa.
Gaspari publicó un video en su cuenta de Instagram. Llena de lagrimas, la mujer aseguró que es inocente y que no tiene nada que ver con los cargos que le endilgan. Le pidió al fiscal y al presidente investigar los hechos para poder ejercer su derecho a la defensa. “Hoy me presenté voluntariamente ante Los Tribunales de Caracas (Palacio de Justicia) asistida por el Abogado Edilson Contreras Diaz. Espero se haga justicia”, dijo.
“Fuerte como una roca”, dijo que se encontraba en medio de este turbulento momento. El abogado Zair Mundaray había contado que la justicia requisó su casa horas antes. “SEBIN allanó cerca del mediodía de hoy, la vivienda de Olvany Gaspari, ubicada en una lujosa urbanización de Acarigua llamada ‘María Gabriela’, en la que también el gobernador del estado tiene otra lujosa casa. Ella porta información valiosa sobre los negocios de Hugbel Roa”.
Orgías, sexo y poder en el escándalo de PDVSA
Cuando el poderoso Tareck El Aissami, ministro de Petróleo, presentó su renuncia, se sabía que lo que había detrás de esa salida era enorme. Pero solo hasta que se abrió esa olla podrida, el olor putrefacto comenzó a salir con fuerza. El propio Nicolás Maduro lo contó con asombro: “Se ha logrado capturar una parte de las riquezas, mansiones donde hacían orgías, por aquí y por allá, en el Country Club, donde hacían orgías terribles”, dijo en una alocución televisada el pasado jueves.
Su relato ocurrió apenas unas horas después del desfile de funcionarios de PDVSA, la gigante petrolera venezolana, que se vio en todos los medios. Las imágenes eran impactantes. Los otrora altos funcionarios del país caminaban esposados con las manos atrás y el uniforme naranja de reos, cabizbajos, hacia el edificio de la Coordinación de Operaciones Aeronáuticas del Sebin.
El fiscal Tarek William Saab ha tomado este caso como su principal bandera. A la operación para destapar el millonario robo a la empresa, le puso un nombre particular: PDVSA-Cripto. Esta semana se produjo ya la primera audiencia para imputar a nueve empleados públicos, diez empresarios y un exdiputado. También están en la mira tres jueces. Pero la cacería apenas comienza. Algunos de los capturados son Antonio José Pérez Suárez, vicepresidente de Comercio y Suministro de PDVSA y jefe de la estructura de corrupción; Joselit de la Trinidad Ramírez Camacho, superintendente nacional de Criptoactivos y operador criptofinanciero; Hugbel Rafael Roa Caruci, exdiputado de la Asamblea Nacional de 2020.
El fiscal afirmó que están en marcha allanamientos y pesquisas, pero que debe ser “hermético” para proteger su investigación. En la presentación del caso a los medios, aseguró que la corrupción fue rampante y que hubo una danza de millones. “Se daban una vida que ni siquiera tienen los príncipes del golfo”, dijo sobre la forma como millones de dólares se esfumaron de la empresa que guarda el mayor tesoro del régimen de Maduro, su oro negro. La desviación de este montón de dinero se habría dado con inversiones en criptomonedas.
El presidente Nicolás Maduro ha hablado poco, pero ha sido contundente al afirmar que el robo a la empresa es un hecho cierto. “Ya tenemos la confesión de casi la mitad de los capturados, de las fechorías y de los robos que estaban cometiendo contra nuestra república… Me tienen que garantizar, y la Fiscalía le tiene que garantizar a este país, que todos esos recursos sean encontrados y reinvertidos al Estado y los podamos meter en los programas sociales para nuestro pueblo, más temprano que tarde”, aseguró en una alocución transmitida el pasado miércoles.
Maduro expresó su desazón por lo que sucede: “Yo me lleno de ira, me indigna que personas que uno les tenía confianza robaron al pueblo… Yo me indigno, les dimos toda nuestra confianza y terminaron robando al pueblo en circunstancias tan difíciles”. El líder venezolano ―acusado de liderar también una enorme red de corrupción con el llamado Cartel de los Soles e investigado por Estados Unidos― decidió meterle el ojo a la podredumbre de PDVSA ad portas de su campaña reeleccionista.
Para nadie es un secreto que PDVSA ha sido la caja fuerte del Gobierno venezolano y que en medio de la jornada electoral que se avecina lo que necesita es plata. Además, con la salida de El Aissami, el hombre enlace con lo más temido y peligroso del Medio Oriente, Maduro le envió un guiño a Estados Unidos, que cada vez muestra más señales de querer aflojar las sanciones contra el país, que afectan especialmente a la industria petrolera.
Es precisamente el bloqueo de Occidente contra Venezuela lo que abrió la puerta para que la corrupción en PDVSA fuera tan descarada. Como no pueden usar el sistema financiero, la empresa por años movió dinero en efectivo, en criptomonedas y en pagos en especie. En esas volteretas, muchos se embolsillaron millones de dólares.
El caso tiene una vena abierta en la Justicia de Estados Unidos. Según reporta el medio venezolano Tal Cual, Álvaro Ledo Nass, un exfuncionario de PDVSA, “se declaró culpable en un tribunal federal de Miami por cargos de lavado de dinero en relación con la conspiración para desviar cientos de millones de las arcas del Estado a través de negocios corruptos con divisas. Nass es uno de los involucrados en la Operación Money Flight, una extensa investigación llevada a cabo por Estados Unidos. Como parte de su acuerdo de culpabilidad, Nass reconoció este miércoles 29 de marzo haber recibido 11,5 millones de dólares en sobornos mientras ocupaba varios puestos de alto nivel en Petróleos de Venezuela ejercidos hasta 2015”.
Armando.info, el portal que ha develado los más oscuros secretos de este régimen, había contado ya cómo miles de millones de dólares se habían esfumado de las arcas de PDVSA. “Casi un centenar de compañías ―la mayoría de origen desconocido y currículum sospechoso o fachada de empresarios afines al chavismo― han sido utilizadas como intermediarias para vender petróleo como parte de su estrategia para evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos”, señaló el medio, que calculaba en ese momento el hueco en la impresionante suma de 8.000 millones de dólares.
Los desbalances sucedieron, según la investigación, en cuentas por cobrar que nunca se hicieron efectivas. Las vueltas que dio el dinero se realizaron en complejas operaciones financieras en Hong Kong, Panamá, Belice o Emiratos Árabes Unidos, mientras el petróleo rodaba por los puertos de Singapur, China o Emiratos Árabes, entre otros destinos.
En otra investigación, Armando.info reveló que “más de dos docenas de ciudadanos venezolanos, vinculados a cuatro tramas de corrupción en PDVSA, acumularon activos por al menos 273 millones de dólares en 25 cuentas abiertas en Credit Suisse entre 2004 y 2015, fondos procedentes de negociados turbios con la principal empresa del Estado”.
Los hechos aterran incluso en un país sacudido por la corrupción y los excesos. Y la investigación aún no ha develado lo peor.
Las muñecas del petróleo
Cuando el fiscal Saab aseguró que la corrupción en PDVSA era tan descarada que los involucrados vivían como príncipes del golfo Pérsico, seguro tenía en su mente el Instagram de Johana Torres. La única mujer capturada en el escándalo no ocultaba sus lujos y excentricidades.
Conocida como la reina de las frutas por haber aparecido así en una enorme valla en las calles de Caracas para promocionar un restaurante, hoy es una de las piezas clave del entramado. La justicia la acusa de haber “conformando una estructura delictiva compuesta por una red de testaferros, lobistas, damas de compañía e intermediarios que le permitieron a la pareja obtener contratos otorgados a dedo por PDVSA”. Torres nunca tapó que vivía en medio de lujos.
En su cuenta de Instagram publicaba sus viajes por Dubái y su vida llena de yates, joyas y ropa de marca. El portal oficialista La Tabla asegura que tenía “mansiones en Venezuela y Estados Unidos, un avión Beech Aircraft, con matrícula YV2735 (que colocó a nombre de una tía), yates y una flota de camionetas y motos de alta cilindrada”.
El enredado socio de Álex Saab
El barranquillero capturado en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos también se entrecruza con este escándalo. La justicia venezolana allanó la casa de su principal socio, el colombiano Álvaro Pulido. Armando.info reveló cómo, tras la captura de Álex Saab en Cabo Verde, Pulido quedó al frente del millonario negocio de intercambio de alimentos por petróleo venezolano, al menos hasta los primeros meses de 2021.
Pulido habría liderado la comercialización de millones de barriles mediante decenas de compañías de fachada, que, en algunos casos, “todavía adeudan millones de dólares a la estatal PDVSA y que, en otros, maquillaron a su favor las cifras reales de crudo transportado a puertos asiáticos”.