La escasez de agua puede afectar gravemente a un gran porcentaje de la población mundial. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el agua es absolutamente vital para la vida.
El agua dulce limpia es esencial no solo para beber, sino también para el saneamiento, la agricultura, la ganadería, la industria y la creación y mantenimiento de los ecosistemas de los que depende toda la vida en la tierra. Este recurso, de fácil acceso en ríos, lagos, humedales y acuíferos, representa menos del 1% del agua mundial, siendo finito y enfrentando una creciente escasez en todos los continentes.
¿Qué es la escasez de agua?
ONU-Agua aclara que la escasez de agua es un concepto relativo, ya que la cantidad accesible varía según la oferta y la demanda en constante cambio. La entidad señala que, a medida que aumenta la población mundial y se intensifica el desarrollo económico intensivo en recursos, los recursos hídricos y la infraestructura de muchos países no logran satisfacer la demanda acelerada.
La escasez se agrava cuando el suministro se ve afectado por la disminución en cantidad o calidad del agua disponible. En este contexto, el cambio climático empeora significativamente la escasez y el almacenamiento de agua en el suelo, además de reducir la cantidad de nieve y hielo.
Datos de 2021 del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indican que 1420 millones de personas, incluidos 450 millones de niños, viven en zonas de alta o extremadamente alta vulnerabilidad hídrica. El informe “Combinación de enfoques de gestión del agua y adaptación al cambio climático”, publicado por el Pnuma en noviembre de 2022, alerta que el problema puede volverse aún más grave con el tiempo. Para 2050, aproximadamente 6000 millones de personas sufrirán escasez de agua debido al crecimiento demográfico y el aumento de la contaminación.
Cuál es el camino a seguir frente a la escasez
El Pnuma destaca que el agua debe ser tratada como un recurso extremadamente escaso y valioso, y recomienda la gestión integrada de los recursos hídricos (Girh) para proporcionar un marco que permita a los gobiernos alinear los patrones de uso con las necesidades y demandas de los diferentes usuarios y del medio ambiente.
Además, los datos, la tecnología y las comunicaciones juegan un papel fundamental en la reducción del uso de agua en los hogares y la promoción de dietas y consumos sostenibles, así como en la exploración, protección y uso sostenible de las aguas subterráneas.