Once muchachas adolescentes denunciaron en España la circulación de fotos suyas desnudas elaboradas con una aplicación de inteligencia artificial, un caso que ha desatado un acalorado debate en el país.

Debate

“Tenemos ahora once declaraciones de víctimas” menores de edad en la localidad de Almendralejo, en la zona de Extremadura, al sudoeste, de acuerdo con la Policía.

Según otra fuente policial, las imágenes falsas se generaron utilizando una aplicación de inteligencia artificial (IA) capaz de producir fotomontajes de gran realismo. | Foto: Getty Images / Yuichiro Chino

Los presuntos autores de estas imágenes, que en algunos casos fueron identificados, “han manipulado fotos de niñas, menores de edad”, superponiendo sus caras a cuerpos desnudos “de otras personas”, añadió.

Según otra fuente policial, las imágenes falsas se generaron utilizando una aplicación de inteligencia artificial (IA) capaz de producir fotomontajes de gran realismo.

Invasión a la intimidad

La investigación se abrió por un presunto delito de invasión de la intimidad. La Fiscalía indicó a AFP que también podría considerarse el delito de pornografía infantil, dada la edad de las víctimas.

Según los medios de comunicación españoles, una veintena de niñas podrían haber sido víctimas de estas fotos manipuladas. | Foto: Getty Imágenes

Según los medios de comunicación españoles, una veintena de niñas podrían haber sido víctimas de estas fotos manipuladas.

Denuncia

Miriam Al Adib, madre de una de las chicas, denunció en Instagram esta “barbaridad”.

“Cuando llegué a casa, una de mis hijas, con un disgusto tremendo, me ha dicho: ‘mira qué han hecho’ (…) Han cogido una foto suya y la han puesto como si estuviera desnuda”, explicó.

Al Adib contó que la Policía le avisó que las fotos pueden haber acabado en sitios pornográficos.

Chantaje

Otra madre declaró a la televisión pública TVE que intentaron chantajear a su hija reclamándole dinero para no difundir las imágenes.

La inteligencia artificial está causando una creciente preocupación en todo el mundo por sus posibles usos malintencionados, como en el caso de los ‘deepfakes’ pornográficos.

Según un estudio de 2019 de la empresa holandesa de inteligencia artificial Sensity, el 96 % de los videos falsos online son pornografía no consentida y en la mayoría de ellos aparecen mujeres.

Caso en Perú

A finales del pasado mes de agosto se dio a conocer una noticia muy similar en Perú. Varias madres de familia de estudiantes del colegio Saint George, ubicado en Chorrillos, uno de los 43 distritos de Lima, acusaron a otros estudiantes de haber falsificado fotos de sus hijas, con el uso de inteligencia artificial, para venderlas.

De acuerdo con el diario La República de Perú, una de las estudiantes afectadas fue quien descubrió lo que estaba pasando, al encontrar el material en una de las computadoras de la institución educativa.

Al Adib contó que la Policía de España le avisó que las fotos pueden haber acabado en sitios pornográficos. | Foto: Getty Images

Los jóvenes habrían realizado varios fotomontajes con la cara de las estudiantes, por medio de inteligencia artificial, por lo que en las imágenes aparecían las jóvenes supuestamente desnudas.

En este caso fue la propia joven la que les contó a sus padres lo que estaba pasando, ante lo cual ellos decidieron presentar su reclamo ante la institución. De acuerdo con La República, el colegio no tomó ninguna acción, puesto que habían catalogado la denuncia como externa y no consideraban que estuviera en la esfera de responsabilidad del colegio.

“Nos dijeron que era algo externo, que se ha dado en la ‘esfera cibernética’ y que no tenían nada que ver”, declaró una de las madres de familia para el medio de televisión peruano Latina.

El colegio emitió un comunicado en el que explican que, en su concepto, se trataba de un acto del ámbito virtual:

“Este incidente parece haber ocurrido en el ámbito virtual, completamente fuera del entorno escolar. Como comunidad, sirve como una fuente de recordatorio para nosotros como educadores y, también, para todos los padres, acerca del cuidado, control y supervisión del uso de la tecnología y el acceso de sus menores hijos a la misma”, se lee.

*Con información de la AFP.