España, Kenia y Samoa se unieron este martes en la COP28 a una alianza de países comprometidos con el fin de las inversiones en energías fósiles. La Alianza Más Allá del Petróleo y el Gas (BOGA por sus siglas en inglés) nació en 2021 y ya cuenta con 24 miembros, detalló en rueda de prensa el ministro de Política Climática danés, Dan Jorgensen.
España, recordó la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya aprobó una ley que prohíbe la inversión pública en nuevos proyectos de gas y petróleo. “El verdadero cambio es que tenemos que ser muy claros con este” objetivo de abandonar las energías de origen fósil en la COP28, declaró Ribera.
El abandono de los combustibles fósiles es uno de los temas a discusión en la 28ª Conferencia del Clima de la ONU en Dubái. Los casi 200 países reunidos en Dubái deben hacer un balance de los compromisos que adoptaron en el histórico Acuerdo de París de 2015.
Una parte de esos países quiere que se señale claramente en la declaración final de Dubái, que debe ser discutida hasta el 12 de diciembre, que el mundo debe “eliminar” (“phase out”) esas fuentes de energía que provocan los gases de efecto invernadero. Otros prefieren una formulación más suave, que sería el equivalente a “reducir” (“phase down”).
“Este año tenemos una gran oportunidad” para lograr una mención específica a la eliminación, añadió la ministra española, cuyo país ostenta la presidencia temporal de la Unión Europea.El grupo BOGA fue fundado por Dinamarca y Costa Rica, y admite tanto a Estados como a entidades subnacionales, como la provincia federal canadiense de Quebec, que también unió fuerzas al proyecto.
Por otro lado, esta cumbre ha tenido una gran particularidad. Un récord de casi 2.500 representantes del sector de combustibles fósiles han sido acreditados para las conversaciones de la ONU sobre el clima en Dubái, aseguró este martes un informe de una coalición de organizaciones ecologistas.
La COP28 es organizada por los Emiratos Árabes Unidos, la séptima potencia petrolera mundial, con una participación récord de 80.000 delegados oficiales de todo el planeta. Por primera vez, los asistentes a la COP tuvieron que proporcionar información sobre las empresas o instituciones que los apoyan, y el tipo de relación financiera que mantienen con ellas.
Según la alianza de grupos activistas “Fuera los Grandes Contaminantes” (KBPO por sus siglas en inglés), hay 2.456 personas directamente vinculadas a intereses del sector de combustibles fósiles, lo que representa cuatro veces más aproximadamente que en la última COP, en Sharm El Sheij (Egipto).
Todos los delegados de la COP deben ser alojados por un gobierno u organización registrada en la conferencia. Según KBPO, Francia trajo al jefe de su gigante de los combustibles fósiles TotalEnergies e Italia incluyó un equipo del gigante energético italiano ENI.
Mientras tanto, la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones (IETA), con sede en Ginebra, reunió a 116 personas, incluidos representantes de Shell y Equinor de Noruega.
“La presencia tóxica de los grandes contaminadores nos ha estancado durante años, impidiendo que avancemos por los caminos necesarios para mantener los combustibles fósiles bajo tierra”, aseguró Alexia Leclercq, cofundadora de la ONG Start: Empowerment.
Las negociaciones de la COP28, celebradas durante lo que se espera sea el año más caluroso jamás registrado, se han visto envueltas en una controversia desde que Sultan Al Jaber, director de la empresa petrolera estatal de los Emiratos Árabes Unidos, fue nombrado presidente de las conversaciones sobre el clima. La coalición KBPO incluye a más de 450 grupos como Global Witness, Greenpeace, ActionAid y Transparencia Internacional.
El mes pasado, el grupo dijo que los cabilderos habían asistido a la conferencia sobre el clima al menos 7.200 veces en los últimos 20 años.