España vive uno de los dolores más grandes de su historia reciente. Las imágenes del martes en la noche mostrando torrentes de agua arrasando calles y arrastrando coches son devastadoras. Las inundaciones que vive el país no tienen precedentes y causaron una tragedia que ya va en 62 muertos. La prensa española ha documentado con asombro las historias de quienes sobrevivieron a la embestida del agua.
Una de las personas que habló con el diario El Mundo cuenta así lo que sufrió: “Eran las 19:30 y decidí ir por un polígono y el camino de la Pedrera. En ese momento no pasaba nada, ni llovía. Pero antes de llegar a la primera rotonda, ya había coches que se daban la vuelta avisando que el barranco [del Poyo] se estaba desbordando”, comienza.
Luego, el hombre vivió el Apocalipsis. “El agua iba a una velocidad demencial, arrastraba los coches, no nos dio tiempo a salir de ahí. La presión era tremenda. Conseguí salir del coche y el agua me empotró contra una valla a la que me conseguí agarrar, pero no podía moverme. No me dejaba. Me arrancó la ropa. Se abrió un barranco que era la muerte y yo no me quería morir”, aseguró.
Lo que vivieron quienes estuvieron en la zona del desastre parece de película. Cuando subía el nivel del agua, María Carmen, habitante de la ciudad de Valencia, contó a la televisión pública TVE, que se salió por la ventanilla de su vehículo y subió “al techo” de una furgoneta, donde estuvo varias horas hasta que pudo ser rescatada.
“Estoy preocupada porque mi hermana vive en la zona de Turís y no sabemos nada de ella desde las cinco de la tarde de ayer”, dijo a TVE una mujer que se identificó como Miriam, una de las personas que buscaban a sus allegados desaparecidos. El transporte ferroviario y aéreo hacia la zona se vio gravemente afectado.
“Reiteramos la importancia de no hacer desplazamientos por carretera” en las provincias afectadas de la Comunidad Valenciana, insistió Mazón este miércoles.
“Desolados”
“Toda nuestra solidaridad y el afecto a las familias de las personas que han fallecido en esta tragedia y a quienes a esta hora siguen buscando a sus seres queridos. España entera llora con todas y con todos vosotros”, señaló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde el Palacio de la Moncloa.
“Las administraciones públicas están trabajando, estamos trabajando de forma coordinada para hacer lo posible y vamos a poner todos los medios necesarios hoy, mañana y el tiempo que haga falta para que podamos recuperarnos de esta tragedia, no os vamos a dejar solos”, agregó Sánchez, quien advirtió que el desastre es una emergencia que “continúa”. El Congreso de los Diputados guardó un minuto de silencio el miércoles en honor a las víctimas.
“Desolados ante las últimas noticias (…) Nuestro más sentido pésame a los familiares y allegados de los más de 50 fallecidos. Fuerza, ánimo y todo el apoyo necesario para todos los afectados”, señaló en X la Casa Real. En algunas zonas cayó en un día la cantidad de lluvia que suele caer en un mes, según medios locales.
“Estamos ante una situación inédita, que nadie recuerda”, aseguró el jefe del Gobierno de Valencia. Con el actual balance de 51 muertos, este es el suceso provocado por el mal tiempo más mortífero en España desde agosto de 1996, cuando murieron 86 personas por lluvias torrenciales que arrasaron un camping en la provincia de Huesca.
“Lluvias más torrenciales” en un planeta más cálido
El gobierno envió a Valencia más de 1.000 efectivos a la Unidad Militar de Emergencias (UME), especializada en misiones de rescate, para apoyar a los servicios locales de socorro.
“Van a ir también con equipos especiales de perros, por si acaso fuera necesario”, dijo a periodistas la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien habló de “un fenómeno sin precedentes” en Valencia, donde “la avalancha de agua” fue “tremenda”. El Ayuntamiento de Valencia informó que este miércoles se suspendieron las clases en las escuelas y los eventos deportivos, y que los parques estaban cerrados. La agencia meteorológica estatal, Aemet, advirtió que las lluvias continuarán al menos hasta el jueves.
Los científicos advierten de que los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor y tormentas, son cada vez más intensos debido al cambio climático. “Estamos en un planeta más cálido y con más disponibilidad energética. Los patrones de precipitación se están alterando en nuestro territorio. Varios estudios apuntan hacia lluvias más torrenciales y de corta duración”, indicó la Aemet en una primera valoración.
*Con información de AFP.