Brigitte Macron, esposa del presidente francés, Emmanuel Macron, denunció ante la justicia a dos mujeres por afirmar falsamente en internet que era una mujer transgénero, dijo el viernes a la AFP una fuente judicial, confirmando una información de la cadena M6.

Las mujeres denunciadas se presentan como una “médium” y una “periodista independiente”, que se convirtió en una de las principales transmisoras de esta historia.

Ambas difundieron en diciembre en la cadena YouTube de la “médium” fotos de la primera dama y de su familia.

Desde hace varios meses, pululan en las redes sociales mensajes que afirman que Brigitte Macron, cuyo apellido de nacimiento es Trogneux, es en realidad una mujer transexual, cuyo nombre era Jean-Michel.

Según esta noticia falsa, se habría puesto en marcha un amplio complot para esconder la verdadera identidad de la primera dama. La polémica viene acompañada de acusaciones más graves de pederastia contra la esposa de Macron.

El 15 de junio, se celebrará la primera vista ante el tribunal de París, precisó la fuente judicial.

Según M6, los tres hijos de Brigitte Macron también denunciaron estos hechos por violación de la intimidad, violación de los derechos de la personalidad y violación de los derechos de imagen.

Desinformación, una temible arma contra las mujeres poderosas

Brigitte Macron, Michelle Obama o Jacinda Ardern, todas ellas mujeres poderosas, tienen en común haber sido víctimas de informaciones falsas sobre su identidad de género o sobre su sexualidad, con el objetivo de burlarse de ellas o humillarlas.

Unos actos malintencionados que preocupan a la ONU que el pasado abril denunció en un informe un número creciente de “campañas de desinformación sexista en línea”, especialmente contra “mujeres periodistas, políticas y defensoras de la igualdad de sexos que suelen pronunciarse sobre asuntos feministas”.

Además de lo nombrado anteriormente en contra de Brigitte Macron, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, y la ex primera dama estadounidense Michelle Obama, también fueron objeto de rumores, en 2017 y 2018, que afirmaban que eran varones al nacer.

Unos rumores que se propagan como la pólvora en internet. Poco importa que nadie o casi nadie crea que Brigitte Macron sea una mujer transgénero, esas informaciones dan lugar a insultos, vejaciones e, incluso, a actos de ciberacoso.

Esta “desinformación con sesgo de género” afecta en realidad a una población mucho más amplia, más allá de las mujeres poderosas, sobre todo a mujeres pertenecientes a minorías sexuales o de género comprometidas en la vida pública, con mayor o menor grado de responsabilidades.

Las habladurías buscan “silenciarlas y apartarlas de la esfera política”, señala Lucina Di meco, activista feminista y cofundadora de #ShePersisted, una iniciativa mundial de lucha contra la desinformación.

Además, tienen un “impacto en la vida real”, subraya Marylie Breuil, del colectivo feminista francés Nous Toutes, implicado en la lucha contra la violencia sexista, sexual o económica.

Por culpa de esos rumores, “la carrera de cualquier persona que se exponga públicamente puede quedar totalmente destruida”, un fenómeno que suele estar acompañado de actos de acoso, tanto en internet como fuera de la red.

Con información de AFP