El submarino perdido en el Atlántico Norte que buscaba restos del Titanic sigue en el centro de atención, esta vez debido a que se conoció que uno de sus tripulantes estaba casado con una mujer que es descendiente de dos de los tripulantes del gran Titanic.
Los ancestros de Wendy Rush, la viuda del CEO de OceanGate, (empresa del submarino que estaba perdido desde el pasado domingo), viajaban en primera clase, en aquella época, pero con la gran tragedia perdieron la vida en 1912, cuando el enorme barco chocó de frente con un iceberg, según informa The New York Times.
Wendy fue esposa de Stockton Rush, quien era el director ejecutivo de la empresa estadounidense OceanGate Expeditions, la que operaba la misión que iba en busca de nuevos detalles del Titanic, y que desde el pasado domingo se perdió. El director estaba a bordo del submarino. La mujer, de acuerdo con El Español, es la directora de comunicaciones del OceanGate.
Es importante mencionar que Ocean Gate confirmó que los tripulantes del submarino fallecieron, tras encontrarse lo que serían algunos restos de la nave.
Wendy, según el medio citado, estuvo casada con Stockton desde 1986 y es “tataranieta del magnate Isidor Straus y su mujer, Ida, que viajaron en primera clase durante aquel primer y único crucero que cubría la ruta entre Southampton y Nueva York y acabó hundiéndose en mitad del Atlántico Norte. Straus, nacido en 1845, era copropietario de los grandes almacenes Macy’s”.
Hay que decir que al interior del submarino, además de Rush, se encontraban el empresario originario de Pakistán, Shahzada Dawood, junto con su hijo Suleman, además del explorador británico Hamish Hardin y el francés Paul-Henry Nargeolet.
Todo parece indicar que la historia de amor de los antepasados de Wendy es la que personificaron Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, dando vida a Jack y Rose.
Isador era un hombre alemán nacido en 1845 y era descendiente de un terrateniente que había sido escogido por Napoleón Bonaparte para que fuera acompañante en la emancipación de los judíos que habitaban en baviera.
Su familia tuvo que sortearse en diversas situaciones y luego de ello su camino se cruza con el de Ida Blum, se enamoran y se casan en 1871, dando a luz a siete hijos, pero solo sobreviven seis, ya que uno de ellos falleció.
Turista que viajó al Titanic en sumergible lo describe como una “operación kamikaze”
Entretanto, un hombre que fue uno de los primeros clientes de la empresa de vehículos calificó la picada que realizó en el lugar hace dos años como una “operación kamikaze”.
“Hay que estar un poco loco para hacer esta clase de cosa”, dijo Arthur Loibl, aventurero alemán y empresario retirado de 61 años.
Loibl dijo a The Associated Press que había tenido por primera vez la idea de ver los restos del Titanic durante un viaje al Polo Sur en 2016. En ese momento, una compañía rusa ofrecía inmersiones por medio millón de dólares.
Después de que OceanGate, con sede en el estado de Washington, anunciara su programa un año más tarde, él aprovechó la oportunidad y pagó 100.000 dólares por una inmersión en 2019 que se canceló cuando el primer sumergible no resistió las pruebas previas.
Loibl describió a Rush como una persona hábil para hacer reparaciones que intentaba resolver problemas con lo que tuviera disponible para realizar las inmersiones, aunque en retrospectiva señaló que “era un poco cuestionable. Viéndolo ahora, fui un poco inocente. Era una operación kamikaze“, dijo Loibl.
El sumergible OceanGate, en el que viajaban Rush, Nargeolet, un aventurero británico y dos miembros de una familia paquistaní de empresarios desapareció el domingo tras salir hacia los restos del famoso transatlántico, que chocó con un iceberg y se hundió en 1912. Apenas 700 de los aproximadamente 2.200 pasajeros y tripulantes sobrevivieron.
Acusaciones conocidas ahora sugieren que se hicieron advertencias de seguridad importantes durante el desarrollo del sumergible, llamado Titan.
La Guardia Costera de Estados Unidos lideraba la operación de búsqueda. Una aeronave detectó sonidos bajo el agua el martes y el miércoles, aunque las autoridades no estaban seguras de qué las había provocado.