Los diez días de exequias por la reina Isabel II, en septiembre pasado, costaron a los contribuyentes británicos 161,7 millones de libras (200 millones de dólares), según cifras publicadas este jueves 18 de mayo por el Tesoro del Reino Unido.

La monarca del Reino Unido falleció el 8 de septiembre de 2022, a los 96 años, en su castillo de Balmoral, en Escocia.

De allí, su féretro fue trasladado a la capital escocesa, Edimburgo, para una primera capilla ardiente, antes de ser expuesto al público en Londres durante cinco días en Westminster Hall, la sala más antigua del Parlamento británico, por donde desfilaron cientos de miles de personas.

El funeral de Estado se celebró el 19 de septiembre en la Abadía de Westminster, ante 2.000 invitados, incluidos cientos de dignatarios, dirigentes extranjeros y miembros de las monarquías del resto del mundo.

Los portadores del féretro colocan el ataúd de la reina Isabel II de Gran Bretaña cuando llega para un servicio de compromiso en la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, en Windsor, Inglaterra, el lunes 19 de septiembre de 2022. | Foto: PA

Después, hubo una ceremonia privada en el Castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros al oeste de Londres, donde la reina fue enterrada junto a sus padres Jorge VI y Elizabeth Bowes-Lyon, y su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo.

Según una declaración escrita del secretario principal del Tesoro, John Glen, al Parlamento, el coste total fue de 161,743 millones de libras.

“La prioridad del gobierno era garantizar que estos eventos se desarrollaran sin contratiempos”, “al tiempo que se garantizaba la seguridad del público”, afirmó Glen sobre la operación Torre de Londres, como se llamó a la estrategia puesta en marcha tras el deceso de la monarca.

La mayor partida de gasto corresponde al ministerio del Interior, con 73,68 millones de libras. Miles de agentes de policía fueron desplegados por todo el Reino Unido durante los 10 días de luto nacional.

Le siguen el ministerio de Cultura y Medios, con 57,42 millones de libras, y el gobierno autónomo escocés, con 18,75 millones de libras.

La familia real durante el oficio religioso. | Foto: PA

Isabel II es la monarca con el reinado más largo en la historia del trono británico, que duró 70 años. De hecho, solo unos meses antes habían tenido lugar los festejos centrales de su jubileo de platino, que tuvo entre sus momentos más emocionantes su aparición en el balcón del Palacio de Buckingham, ante una multitud impresionante.

De acuerdo con el biógrafo Gyles Brandreth, Isabel murió de cáncer, más exactamente mieloma, aunque en su partida de defunción solo reza que murió de “old age”, es decir, vejez.

A la reina la sucedió su hijo mayor, Carlos III, cuya coronación fue noticia el pasado 6 de mayo. A propósito, aún no se ha hecho públicas las cifras relativas a la ceremonia, a la que siguieron dos días más de celebraciones.

El féretro de la reina rumbo a la capilla de St. George, del Castillo de Windsor. | Foto: PA

El grupo antimonárquico Republic calculó que le costó a las arcas públicas al menos 100 millones de libras, unos 125 millones de dólares, en un momento en que los contribuyentes británicos se enfrentan a una grave crisis del costo de la vida, por una inflación, que no baja del 10%.

Una cifra igual dio el tabloide The Sun, basado en datos de una fuente cercana real a los preparativos. A ello, ha dicho la prensa local, habría que sumarle los costos de seguridad, que estarían por la región de los 150 millones de dólares.