Los investigadores buscan un caso de brucelosis en un hombre cuando descuartizó carne cruda, gracias al análisis en los huesos fosilizados de un neandertal denominado el “Viejo de La Chapelle”, el cual es uno de los restos más completos que se han encontrado y que se ha convertido en un foco de muchas investigaciones.
Los restos de este hombre que estaban en una cueva cerca del pueblo francés de La Chapelle-aux-Saints y fueron encontrados en 1908, forman parte de esa investigación que busca encontrar la primera enfermedad que pasó de un animal a un ser humano. Este homínido de la Edad de Piedra se cree que tenía entre 50 y 60 años de edad cuando murió y sufría de “artrosis en la columna vertebral y en la articulación de la cadera”, resaltó CNN, sobre un estudio que se confirmó en 2019.
El doctor Martin Haeusler, especialista en Medicina Interna y jefe del Grupo de Morfología Evolutiva y Adaptación de la Universidad de Zúrich en el Instituto de Medicina Evolutiva, afirmó al citado medio que los cambios en los huesos del neandertal no eran solo por los efectos de la artrosis, y añadió que esto se dio por procesos inflamatorios.
“La comparación de todo el patrón de los cambios patológicos encontrados en el esqueleto de La Chapelle-aux-Saints con muchas enfermedades diferentes nos llevó entonces al diagnóstico de brucelosis”, afirmó el doctor Martin Haeusler, tras los estudios que fueron publicados en la revista Scientific Reports.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los seres humanos contraen la brucelosis por “el contacto directo con animales infectados, por comer o beber productos animales contaminados o por inhalar agentes transportados por el aire”, y resalta que es una de las enfermedades zoonóticas, es decir que se transmiten de los animales a los humanos, que es muy común, así como lo es el VIH y la covid-19.
“La primera evidencia segura de esta enfermedad zoonótica en la evolución de los homínidos”, resalta el informe, y añade que de la brucelosis también se tienen registros en ‘Homo sapiens’ de hace 5.000 años en la Edad de Bronce. El doctor Hausler afirmó que el hombre contrajo la enfermedad al momento de descuartizar o cocinar un animal, que pudo ser una oveja salvaje. Las cabras, el ganado salvaje, los bisontes, los renos, las liebres y las marmotas, según anteriores estudios, eran parte de la dieta de los neandertales.
Pero el estudio también apunta a que los mamuts y los rinocerontes lanudos, que eran cazados en esta época, también sean los posibles transmisores de la brucelosis, pues en la actualidad los parientes vivos de estos animales también se les ha detectado la enfermedad.
“La revisión de los hallazgos patológicos reportados inicialmente en La Chapelle-aux-Saints Neanderthal reveló alteraciones que parecen atribuibles a la brucelosis. En la actualidad, la brucelosis es la zoonosis más prevalente a nivel mundial. Fue descrita por primera vez por David Bruce en la isla de Malta en 1885″, resalta parte de la introducción del estudio publicado en el sitio web de la revista Scientific Reports, el cual tiene el informe completo de la infección de un neandertal por brucelosis.
El estudio publicado en la mencionada revista indica que “los neandertales probablemente se infectaron por brucelosis durante la matanza de animales de presa, no muy diferente a la experiencia del matadero de hoy, o al comer carne cruda”, y destaca que la brucelosis se encontraba en “una amplia gama de vida silvestre”, principalmente la Brucella melitensis, la cual se reportó en cabras montesas y rebecos, que eran parte de las comidas de los neandertales.
El doctor Haeusler también narró a CNN que en el estudio que publicó en 2019 se mostró que, “incluso con el desgaste de la osteoartritis degenerativa, el “Viejo de Chapelle” habría caminado erguido. El hombre también había perdido la mayoría de sus dientes”, debido a este último factor, tuvo que ser alimentado por otros miembros de su grupo, puntualizó el científico.