Es difícil imaginar que un presidente de los Estados Unidos, la mayor potencia económica del mundo por décadas, esté quebrado. Más aún lo es pensar que Donald Trump, dueño de un imperio de negocios, entre casinos, hoteles y propiedades similares esté en riesgo de caer en la ruina.
Este martes, el polémico Trump, se batirá en ‘duelo’ de oratoria y propuestas con su rival en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Joe Biden, a escasos 35 días de realizarse los comicios, que serán en noviembre.
En el ambiente está la reciente publicación del New York Times sobre los impuestos que paga el candidato republicano a la nación que quiere seguir gobernando.
El informe periodístico, retomado por la revista Forbes, presenta al presidente en un panorama con dificultades financieras e inminentes desafíos monetarios que podrían llevarlo a la bancarrota en un futuro cercano.
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Si bien, hasta el momento, Trump, como persona natural, nunca se ha declarado en bancarrota, pero sus negocios si. Lo ha hecho ya en cuatro oportunidades, lo que, además, sustentó como un manejo inteligente, pues la reorganización empresarial que permite el capítulo 11 en los Estados Unidos, le habría dado mucho margen de maniobra para mantener sus negocios a flote.
Ahora, de acuerdo con publicación de la revista Forbes, la pregunta que está en el ambiente es si el presidente Trump está realmente arruinado. “Es posible que el presidente no esté arruinado, al menos no del todo. Pero una cosa es segura, todas sus pérdidas financieras ya no son un secreto”, subrayó la revista.
De dominio público
Lo cierto es que la vida financiera del actual presidente de los Estados Unidos, ahora más pública que nunca, en varias ocasiones ha estado salpicada de suspicacias alrededor del tema tributario. El arranque, para iniciar su imperio, se dio tras una herencia, de más de 1.000 millones de dólares, que los padres de Trump le transfirieron a sus hijos. Las leyes americanas señalaban en ese momento que el impuesto a las herencias era del 55 por ciento. Del pago impositivo que le hubiera correspondido en esa ocasión: 550 millones de dólares, terminó pagando el 5 por ciento, es decir, unos 52 millones de dólares.
Estos números, que se reflejan en sus declaraciones de renta, revisadas por el New York Times, no pueden ser catalogados tajantemente como evasión, según algunos expertos, pues el mandatario ha utilizado esquemas fiscales que permite la ley. El problema estaría en los caminos tomados para llegar a las deducciones.
Aún así, sus finanzas -según sus reportes a la autoridad tributaria- no parecen estar en las mejores condiciones. Según la revisión de las declaraciones de impuestos corporativos, varias de las 500 entidades comerciales de la Organización Trump están perdiendo cantidades sustanciales de dinero, según citó este martes la revista Forbes.
Por ejemplo, los famosos campos de golf de Trump parecen haber perdido más de 315 millones de dólares desde 2000. Incluso, el conocido hotel Trump en Washington D.C. parece tener problemas, con declaraciones de impuestos que afirman que ha perdido 55 millones desde su apertura en 2016.
La revista analiza que las circunstancias financieras más peligrosas del presidente podrían sobrevenir en el corto plazo. Esto, porque está en “curso una auditoría de las declaraciones federales de la Organización Trump, incluido un reembolso de 72,9 millones de dólares, sigue sin resolverse”.
Agrega la publicación de Forbes que, dependiendo de la decisión final, podría darse una revocación del gran reembolso, más intereses y posibles multas, lo que llevaría a que el presidente le saliera a deber al gobierno federal más de 100 millones de dólares.
Adicionalmente, la Organización Trump también enfrenta pagos de deuda inminentes sobre las propiedades del mandatario, las cuales, sin duda, ejercerán presión financiera sobre sus negocios. De acuerdo con lo hallado por el New York Times, el presidente parece estar endeudado por más de 421 millones de dólares en préstamos hechos por terceros a entidades de Trump. También hay una hipoteca de 100 millones de dólares la icónica Trump Tower.