El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó en las últimas horas de este 4 de enero el atentado cometido el miércoles 3 que provocó 84 muertos en Irán, cerca de la tumba del general Qasem Soleimani y del que se conmemoraba el cuarto aniversario de su asesinato por Estados Unidos.
La organización yihadista indicó en sus canales de Telegram que dos de sus miembros “activaron su cinturón de explosivos” en medio de “una gran multitud de apóstatas, cerca de la tumba de su líder Qasem Soleimani ayer en Kermán, en el sur de Irán”.
El grupo Estado Islámico enmarcó esta operación en una campaña denominada “Y mátenlos por todas partes, donde los encuentren”, según el comunicado.
Minutos antes de la reivindicación, la organización había difundido una grabación sonora en la que su portavoz afirmaba que esa campaña se llevó a cabo “en apoyo a los musulmanes, se encuentren donde se encuentren, sobre todo en Palestina”.
El atentado, que también causó 284 heridos, tuvo lugar cerca de la mezquita Saheb al Zaman, que alberga la tumba del general Soleimani, al que un dron estadounidense mató en el año 2020 en Irak.
Qasem Soleimani era muy respetado en su país por su papel en la derrota del grupo yihadista sunita EI en Irak y Siria.
Las autoridades iraníes han prometido una respuesta contundente contra sus responsables y Estado Islámico ha asumido la autoría en un comunicado divulgado este jueves por sus canales de propaganda y recogido por el portal de vigilancia de información yihadista SITE. En esta nota, el grupo también asegura que fue un atentado suicida.
Teherán, sin embargo, ha evitado responsabilizar a ningún grupo por el atentado en las sucesivas declaraciones de las principales autoridades del país. Tampoco lo ha hecho este jueves la Guardia Revolucionaria, cuerpo al que pertenecía Soleimani --lideraba la Fuerza Quds en el momento de su muerte--, alegando que este tipo de incidentes no servirán para aumentar la inestabilidad.
La Guardia Revolucionaria ha señalado que se trata de una acción de “enemigos” que quieren vengarse de la veneración que profesan los ciudadanos hacia Soleimani, convertido en estos últimos años en un símbolo de resistencia y figura habitualmente presente en los discursos de dirigentes, especialmente por el papel que Estados Unidos desempeñó en el ataque que le costó la vida.
En este sentido, la Guardia Revolucionaria abogó por seguir “combatiendo el terrorismo” y ha avisado de que el atentado “solo reforzará la unidad y la coherencia frente a la adversidad”.
Reacción de la ONU
“Los miembros del Consejo de Seguridad expresaron su más sentido pésame y condolencias a la familia de las víctimas y al Gobierno de la República Islámica de Irán, y desearon una pronta y completa recuperación a los heridos”, manifestó en las últimas horas el presidente del Consejo de Seguridad, Nicolas de Revière, en un comunicado.
Así las cosas, los miembros del Consejo de Seguridad han aprovechado la ocasión para reafirmar que “el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves a la paz y la seguridad internacionales”, y han subrayado la necesidad de “responsabilizar a los perpetradores, organizadores, financiadores y patrocinadores” de los hechos.
“Los miembros del Consejo de Seguridad reiteraron que cualquier acto de terrorismo es criminal e injustificable, independientemente de su motivación, donde, cuándo y quién sea que lo cometa”, han zanjado De Revière, que ha instado a todos los Estados a combatir “por todos los medios” todo tipo de “amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas”.
Este comunicado del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se produce pasadas ya 24 horas de un doble atentado en el que fallecieron al menos 84 personas y otras más de 280 resultaron heridas. Las autoridades iraníes enviaron ya el miércoles una misiva a los máximos representantes de la ONU, exigiendo una condena “inmediata e inequívoca” de lo ocurrido.
*Con información de AFP y Europa Press.