El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este miércoles que la población debe tener “culpa social” por “tardar demasiado” a la hora de hacer frente al problema de la regulación de las armas y ha subrayado que existe una “obligación moral” para aprobar leyes que pongan fin a los reiterados tiroteos en el país norteamericano.

“Tenemos una obligación moral de aprobar y aplicar leyes que puedan evitar que estas cosas pasen de nuevo”, ha dicho Biden en un comunicado con motivo del décimo aniversario del ataque en la escuela Sandy Hook, que se saldó con la muerte de 26 personas --20 alumnos y seis profesores--.

Así, ha lamentado que “la nación miró mientras pasaba lo inimaginable” y ha reseñado que “innumerables supervivientes sufren las heridas de ese día”, al tiempo que ha defendido que la aplicación de leyes restrictivas es una “deuda” con los supervivientes y los familiares de las víctimas.

“Hace pocos meses firmé la ley bipartidista sobre Comunidades más Seguras. Hemos controlado las llamadas pistolas fantasma que no tienen números de serie y son más difíciles de localizar. Hemos actuado contra el tráfico de armas y hemos aumentado los recursos para la prevención de la violencia”, ha sostenido Biden, que ha reconocido que “hay que hacer más”.

“Estoy decidido a prohibir las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad, como las usadas en Sandy Hook y en innumerables tiroteos masivos en Estados Unidos. Es suficiente. Nuestra obligación está clara. Debemos eliminar estas armas, que no tienen otro propósito que matar gente en grandes cantidades”, ha explicado el inquilino de la Casa Blanca.

En este sentido, ha reseñado que aprobar esta medida “está dentro de las competencias” y ha reiterado que es necesario hacerlo “no solo por las vidas perdidas de inocentes, sino por los supervivientes que aún tienen esperanza”. “Jill y yo rezamos hoy por las familias de Sandy Hook y las vidas inocentes perdidas ese día”, ha remachado.

Kamala Harris y su búsqueda por detener la violencia armada

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha defendido que los episodios de violencia armada que está afrontando el país norteamericano durante las últimas semanas “deben terminar”, y ha calificado a estos sucesos de “horror”.

“Ayer debería haber sido un día para reunirse con la familia y los amigos para celebrar la independencia de nuestra nación. Y, en cambio, esa comunidad sufrió una violenta tragedia. Niños, padres, abuelos (...) Tenemos que terminar este horror. Tenemos que parar esta violencia”, ha aseverado Harris durante su visita este martes a Chicago, en Illinois, donde el lunes murieron siete personas a causa de un tiroteo.

“El presidente (Joe Biden) y yo y nuestra administración hemos puesto todos los recursos y continuaremos poniendo todos los recursos que (...) otros necesitan en términos de asistencia federal”, ha asegurado la vicepresidenta estadounidense, apelando a las medidas propuestas por su Ejecutivo en relación con el control de las armas de asalto.

Por otra parte, Harris ha tenido unas palabras con los familiares y amigos de las víctimas, y ha asegurado que “no hay duda” de que el trauma “va a perdurar”. “Hay mucha curación que va a tener que ocurrir, que es tanto física como emocional. No hay duda de que esta experiencia es algo que va a perdurar en términos del trauma”, ha agregado.

En este sentido, ha manifestado que “todos” en el país están de acuerdo en que hace falta “ser más inteligentes como país” para afrontar el debate de la regulación de la venta de armas de fuego. Por lo que ha instado al Congreso de Estados Unidos a “tener la valentía” de actuar y renovar la prohibición de las armas de asalto en la nación.

**Con información de EP