Los servicios de emergencia estadounidenses continúan buscando a sobrevivientes de los tornados que mataron a decenas de personas en varios estados y dejaron pueblos en ruinas, mientras el gobernador del azotado estado de Kentucky advirtió que los perros rastreadores aún estaban encontrando cadáveres.
El presidente Joe Biden calificó el inusual estallido de tornados en el corazón de Estados Unidos como “uno de los mayores” en la historia del país, y tanto funcionarios federales como locales advirtieron que el número de muertos, por ahora de 94, aún podría aumentar.
El presidente envió a Kentucky a los jefes del Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para evaluar la situación y prometió toda la ayuda federal.
Las autoridades locales estaban comenzando a recibir ayuda para los residentes atónitos que todavía buscaban entre los escombros de sus hogares y negocios, pese a la intensa devastación.
“Lo primero que tenemos que hacer es llorar juntos y lo haremos antes de reconstruir juntos”, expresó el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, en una conferencia de prensa por la tarde.
Más de ochenta personas han muerto solo en el estado de Kentucky, muchos de ellos trabajadores en una fábrica de velas de la devastada ciudad de Mayfield, dijo Beshear el domingo, y le anticipó a CNN que “ese número va a superar las cien″.
Troy Propes, director ejecutivo de la empresa propietaria de la fábrica, defendió su decisión de no cerrarla cuando se acercaba la tormenta. “Hicimos todo lo que se suponía debía hacerse”, le dijo a CNN el domingo.
Más tarde, el gobernador dijo que el dueño de la fábrica creía que se había localizado a más trabajadores y que sería “bastante maravilloso” si se redujera la cifra, pero enfatizó que no podía verificar esa información.
Al menos seis personas murieron en un almacén de Amazon en la ciudad de Edwardsville, en el sur de Illinois, donde procesaban pedidos para la temporada de Navidad en el turno de noche.
Los equipos de emergencia trabajaron desde la noche hasta el domingo en ambos lugares, y los agentes de FEMA y los voluntarios de la Cruz Roja permanecían en la escena en Kentucky.
El jefe de bomberos de Edwardsville, James Whiteford, dijo a los reporteros que la operación había pasado del rescate a enfocarse “solo en la recuperación”, alimentando los temores de que el número de víctimas aumente.
Cuatro murieron en Tennessee y dos murieron en Arkansas, mientras que Missouri registró dos muertes. Los tornados también tocaron tierra en Misisipi.
Como una ‘zona de guerra’
“Es una operación muy triste y seria en este momento”, dijo más temprano Michael Dossett, coordinador de ayuda de Kentucky, confirmando que ningún sobreviviente fue sacado de los escombros durante la madrugada del domingo.
“Es la visión de una zona de guerra”, agregó, en la cadena CNN.
Entrevistada por NBC, la alcaldesa de Mayfield, Kathy O’Nan, pareció atemperar la posibilidad de un milagro: “Todavía hay esperanza. Pero, ahora mismo, lo que esperamos es un refugio cálido para nuestros sobrevivientes”.
Mientras una iglesia cristiana en Mayfield distribuía comida y ropa a los sobrevivientes, también proporcionaba espacio para que el forense del condado hiciera su trabajo, dijo a la AFP el pastor Stephen Boyken de His House Ministries.
La gente “viene con fotografías, marcas de nacimiento; ahora hablan de usar muestras de ADN para identificar a los que se han perdido”, contó.
El saldo será peor
En otras partes de Kentucky, y también en los estados de Misuri, Illinois, Tennessee y Arkansas, se registraron escenas similares de edificios destruidos, infraestructura metálica retorcida, vehículos volcados, árboles rotos y ladrillos esparcidos por las calles.
Desde el extranjero llegaron numerosas muestras de solidaridad.
El presidente ruso, Vladimir Putin, presentó sus “más sinceras condolencias”, y el papa Francisco dirigió sus oraciones desde la Plaza de San Pedro a los habitantes de Kentucky.
El número de muertos aumentó el domingo: al menos ochenta personas fallecieron solo en Kentucky, anunció el gobernador del estado, Andy Beshear. Y pronosticó que “la cifra superará el centenar”.
Al menos 14 personas murieron en otros estados azotados por la tormenta, incluidas seis en las instalaciones de Amazon en Illinois.
Tragedia en un almacén de Amazon
Otro sitio particularmente afectado fue un almacén de Amazon en Edwardsville, en Illinois, donde al menos seis personas murieron. Los equipos de rescate seguían buscando sobrevivientes el domingo.
Tennessee informó de cuatro muertes y dos personas fallecieron en Arkansas, mientras que se informó de al menos otras dos muertes en Misuri.
El presidente Biden subrayó que los fenómenos meteorológicos eran “más intensos” con el calentamiento global, pero no estableció una relación causal directa entre el cambio climático y la catástrofe que ha sumido al país en el luto.
‘Nueva normalidad’
Los informes sitúan el número total de tornados en la región en alrededor de treinta.
Los rastreadores de tormentas aseguraron que la del fin de semana fue capaz de levantar escombros a 9.100 mts (30.000 pies) en el aire.
“Esta será nuestra nueva normalidad. Y los efectos que estamos viendo del cambio climático son la crisis de nuestra generación”, dijo Deanne Criswell, administradora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, a CNN el domingo.
*Con información de AFP.