La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, se refirió al uso de drones iraníes por parte de Rusia en el marco de la guerra contra Ucrania.
Ante la ONU, la representante norteamericana dijo que está preocupada por el empleo de estos dispositivos, debido a que sería la prueba diciente para confirmar que Rusia está recibiendo apoyo desde Teherán para construir una planta de fabricación de vehículos aéreos no tripulados.
“Estados Unidos sigue profundamente preocupado por la utilización de Rusia de drones iraníes contra ciudades e infraestructuras civiles ucranianas en su guerra no provocada contra Ucrania”, declaró la parlamentaria en una nota de CNN, al afirmar que en las últimas semanas han visto que Rusia ha empleado estos vehículos aéreos para atacar la infraestructura pública de Ucrania.
Esa información ya fue presentada ante la secretaría general del órgano internacional para que se tomen cartas en el asunto e impidan que Rusia siga trabajando de la mano con Irán. Los señalamientos apuntan a que el país europeo está recibiendo esos insumos desde Medio Oriente para fabricar la base mencionada.
Greenfield señaló que si Rusia logra su cometido sin ningún obstáculo, “aumentaría drásticamente su capacidad para atacar Ucrania y permitiría la campaña en curso para desactivar las centrales eléctricas de Ucrania, cerrar sus líneas ferroviarias e impedir el tránsito de productos agrícolas a mercados mundiales”.
La solicitud va ligada con pedir un equipo de investigadores para examinar los restos del armamento empleado por Rusia como ofensiva contra Ucrania y así estudiarlas a profundidad para confirmar la presencia de insumos iraníes en su arsenal. Estas armas fueron recuperadas tiempo atrás en Ucrania y Reino Unido.
Este anuncio se da luego de que Rusia declarara la neutralización con éxito de un ataque proveniente de Ucrania. El 4 de julio, el Gobierno afirmó que le hizo frente a cinco drones provenientes de Ucrania que intentaron dañar las operaciones del aeropuerto internacional de Vnúkovo.
El ataque estaba dirigido a distintos lugares en la región de Moscú y sus alrededores, unas zonas que raramente han sido blanco de las acciones de Kiev que, por otro lado, se han multiplicado en otras partes de Rusia.
Con base en la información expuesta por el Ministerio de Defensa, cuatro drones fueron destruidos por la defensa antiaérea cerca a la capital rusa. El quinto de estos fue neutralizado mediante el uso de elementos electrónicos. El ataque no provocó víctimas ni daños, agregó el ministerio, quien calificó el acto como terrorismo.
“Todos los ataques fueron repelidos por la defensa antiaérea, todos los drones detectados fueron neutralizados”, celebró en Telegram el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin.
La acción perturbó durante tres horas la operación en el aeropuerto de Vnúkovo, uno de los tres grandes aeropuertos internacionales de Moscú. Según los servicios de socorro citados por la agencia de prensa pública RIA Novosti, uno de los drones fue neutralizado cerca de Kubinka, a unos 40 kilómetros del aeropuerto moscovita de Vnúkovo.
Varios vuelos tuvieron que ser desviados a otros destinos durante la madrugada, hasta que el aeropuerto “retomó su trabajo” a las 05H00 GMT, dijo la agencia rusa de transporte aéreo Rosaviatsia. Después del ataque, la cancillería rusa denunció un “acto terrorista” de Kiev, dirigido contra una zona “donde están situados sitios de infraestructura civil”, declaró en Telegram su portavoz María Zajárova.
Con información de AFP