La justicia llegó definitivamente al expresidente Alejandro Toledo. El Departamento de Estado de los Estados Unidos concedió al Gobierno peruano su extradición por los delitos de colusión y lavado de activos. En ese país, una baraja de poder cayó en medio de las investigaciones por el escandaloso caso de Odebrecht.

“Se ha tomado conocimiento que el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América concedió la extradición de Alejandro Toledo Manrique por los delitos de colusión y lavado de activos”, indicó el Ministerio Público en un mensaje en Twitter.

Según el diario El Comercio, los hechos tienen que ver con un caso de corrupción en la construcción de los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica. A Toledo lo acusan de “haber solicitado sobornos por más de US$30 millones a Odebrecht por esa concesión, así como en el tramo 4″. Un juez de ese país pidió para él 20 años de cárcel.

“Toledo admitió que la constructora brasileña Odebrecht pagó al menos US$34 millones en sobornos y que él recibió parte de ellos. Sin embargo, ha dicho que es inocente y que el fallecido empresario israelí Josef Maiman fue el encargado de esos negocios con las autoridades peruanas sin que él lo supiera”, agrega el diario peruano.

Perú ha estado sacudida por los escándalos de corrupción en los últimos años. Cinco recientes expresidentes son blanco de procesos judiciales por corrupción: Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y ahora Castillo. Un sexto, Alan García, se suicidó en 2019 antes de ser detenido por la Policía bajo sospechas de corrupción.

Odebrecht, envuelta en el escándalo “Lava Jato” de pago de sobornos a cambio de obras públicas en Brasil y otros países de Latinoamérica, admitió hace unos años que desembolsó 29 millones de dólares en coimas en Perú, entre 2005 y 2014. De ese dinero, al menos 11 millones de dólares habrían ido a parar a las arcas de Alejandro Toledo, presidente de Perú de 2001 a 2006.

Su gobierno está enlodado, pues se estima que recibió en total 20 millones de dólares en sobornos de parte de la firma brasileña para ganar la licitación de la carretera interoceánica que une a Brasil y Perú.

El Ministerio Público aseguró que “la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones de la Fiscalía de la Nación viene realizando las coordinaciones con las autoridades nacionales y extranjeras para la próxima ejecución de su extradición”.

Toledo fue detenido en el año 2019 en California, tras haber estado en fuga desde 2017. Estuvo preso, pero tenía arresto domiciliario, desde que la pandemia por covid-19 obligó a muchos centros de reclusión a favorecer con este tipo de medidas a sus reos. El año pasado, en septiembre, Estados Unidos dio vía libre a la extradición, pero la decisión final estaba en manos de Antony Blinken, según explica la DW.

¿Quién es Alejandro Toledo?

Nacido el 28 de marzo de 1946 en una zona de extrema pobreza, la localidad norandina de Cabana, región Ancash, a casi 4.000 metros de altitud, el líder fue pastor de ovejas y ayudó a su madre en el alumbramiento de por lo menos tres de sus 15 hermanos.

Aún niño, bajó de los Andes a la costa y se asentó en el puerto norteño de Chimbote, donde trabajó como vendedor de caramelos, diarios y lustrador de botas.

Foto: Getty Images. | Foto: (c) John Coletti

Desde la escuela pública peruana dio el salto a la universidad de San Francisco (EE. UU.), donde se graduó en 1970, para luego obtener un doctorado en Economía en Stanford y trabajar en el BID y el Banco Mundial.

Toledo se jactó siempre de su rostro cetrino de “cholo” o “serrano”, el del hombre común en Perú, con el que miles de peruanos se identificaron y sobre el que centraron sus esperanzas, desvanecidas con el transcurso de los años.

Pese a que durante su gestión (2001-2006) la economía peruana creció sostenidamente, otros aspectos empañaron su legado.

Para justificar el dinero recibido a través de empresas off shore para la compra de inmuebles en Perú –presumiblemente con dinero de Odebrecht, según la Fiscalía– Toledo aseguró que eran ingresos de una indemnización a su suegra, una judío-belga, por el holocausto nazi. La afirmación fue rápidamente desmentida por su exvicepresidente David Waisman, miembro de la comunidad judía.

“A él le fluye la mentira”, asegura Waisman, quien aseguró haberle dicho: “Si tienes que irte adentro porque eres culpable, púdrete adentro (en la cárcel)”.

Doctorado en pobreza extrema

Toledo se decía orgulloso de sus humildes orígenes. “Tengo el doctorado en Economía en Stanford, pero lo más importante es que tengo el doctorado de la pobreza extrema”, suele recordar cada vez que se le presenta la ocasión.

Toledo está casado con la antropóloga franco-belga Eliane Karp, a quien conoció en San Francisco y con quien tiene una hija, Chantal. Pero durante su gobierno se vio confrontado a un escándalo por no reconocer como hija a Zaraí, una chica de 14 años en aquel momento, a la que después de varios meses finalmente aceptó como suya.

A lo largo de los años recibió más de 65 doctorados honoris causa en diferentes universidades del mundo, entre ellas la de Winnipeg, la Universidad de Pekín o la peruana Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Se presentó cinco veces a elecciones generales en Perú. Ganó la Presidencia en 2001 y gobernó hasta 2006. Pero nunca logró la reelección.