Hace poco, el Gobierno de Estados Unidos, bajo el mando del presidente Joe Biden, hizo la aprobación de la comercialización de armas para Taiwán, cuyo valor es de 500 millones de dólares. Esto bajo la premisa de darle mayor impulso de defensa antiaérea a la isla del continente asiático.
En ese orden de ideas, desde la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa estadounidense (Dsca, por sus siglas en inglés) se dio a conocer que la venta estará compuesta por sistemas de búsqueda, seguimiento por infrarrojos de F-16 y, a su vez, equipos relacionados.
Mediante la publicación de un comunicado, la mencionada agencia, responsable de proporcionar las fuerzas militares necesarias para terminar con las guerras y proteger la seguridad de los Estados Unidos, indicó: “La venta propuesta mejorará la capacidad del destinatario (Taiwán) para enfrentar amenazas actuales y futuras al contribuir a las capacidades del destinatario para defender su espacio aéreo, brindar seguridad regional y aumentar la interoperabilidad con EE. UU. a través de su programa de F-16″.
Desde Washington se consideró que con esta venta de armamento, se estará ayudado en la mejora de las condiciones de “seguridad del destinatario”, al igual que “a mantener la estabilidad política, el equilibrio militar y el progreso económico en la región”.
Por su parte, la cartera de Defensa de Taiwán agradeció al Departamento de Estado de Estados Unidos por la aprobación de la transacción; de hecho, los encargados de seguridad precisaron que “estos sistemas se aprovecharán para mantener la estabilidad regional”.
Asimismo, la oficina de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing We, dio gracias para la administración del mandatario norteamericano, Joe Biden, pues, llevando las cuentas, este es el “undécimo anuncio de venta de armas” a la isla.
Finalmente, el portavoz de la mandataria taiwanesa, Lin Yu Chan, agregó que en Taipéi, capital de la isla, se continuará “demostrando su determinación en la autodefensa, fortalecerá firmemente la fuerza de defensa nacional y salvaguardará la seguridad e intereses nacionales”.
Joe Biden reaccionó a la muerte del líder paramilitar de Wagner, Yevgueni Prigozhin
El miércoles 23 de agosto, la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia, conocida como Rosaviatsia, informó que hubo un accidente aéreo de un avión que se dirigía de Moscú a San Petersburgo, al norte de la capital rusa, y en el que todas las personas a bordo murieron.
Pues bien, la agencia rusa indicó que dentro de las víctimas mortales se encontraba el líder del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien hace dos meses inició y detuvo un intento por tomarse Moscú. Tras la posible muerte de este hombre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprovechó para referirse al hecho.
“No tengo información concreta sobre lo que ha sucedido, pero no me sorprende”, afirmó Biden para medios locales, quien se encuentra en medio de unas cortas vacaciones con su familia en lago Tahoe, en medio de los estados Nevada y California.
Y agregó: “No hay mucho que pase en Rusia en lo que Putin no esté detrás, pero no tengo suficiente información para saber la respuesta. He estado haciendo ejercicio durante la última hora y media”.
El mandatario fue grabado por los medios de comunicación tras salir de una sesión de ejercicio y con una bebida en su mano. El video fue difundido en las redes sociales, y se puede ver al jefe de Estado responder tranquilo a las preguntas de los periodistas.
En redes sociales se han compartido varios videos sobre el accidente aéreo. Algunos líderes de opinión y periodistas han puesto en duda, a través de las imágenes, que el accidente realmente haya sido fortuito y han insinuado que se trataría de un asesinato.