El retiro de Estados Unidos se preveía desde las últimas horas. Diplomáticos y analistas daban por hecho el anuncio, que implica restablecer las sanciones contra Irán, que EE.UU. levantó como parte del acuerdo suscrito en 2015. Trump calificó como desastroso el acuerdo y aseguró que cuenta con las pruebas de que Irán ha mentido sobre el programa.Trump tenía hasta el 12 de mayo para certificar que Irán ha cumplido con el acuerdo frenando su programa nuclear o de lo contrario dejar el camino libre para la reanudación de las sanciones económicas si consideraba insuficientes las soluciones negociadas con los europeos para "endurecer" el acuerdo.Puede leer: Corea del Norte lanza una nueva advertencia a Estados Unidos de cara a la cumbre entre Trump y KimLos demás países firmantes del acuerdo, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, trataron de convencer a Trump de no retirarse del acuerdo, al que consideran "histórico", subrayando que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que realiza inspecciones muy minuciosas, regularmente ha certificado que Teherán respeta los términos del acuerdo, diseñado para garantizar el carácter no militar de su programa nuclear."Estamos determinados a salvar este acuerdo porque nos resguarda de la proliferación nuclear", afirmó el lunes el canciller de Francia, Jean-Yves Le Drian, en Berlín. Mientras, su homólogo de Alemania, Heiko Maas, expresó temores de que un "fracaso conduzca a una escalada" de violencia en Oriente Medio. "Desastrosas deficiencias" En enero, Trump lanzó un ultimátum a los europeos, dándoles plazo hasta el 12 de mayo para "endurecer" el acuerdo en varios puntos: las inspecciones del OIEA, y el levantamiento progresivo -desde 2025- de ciertas restricciones a las actividades nucleares iraníes, que el mandatario estadounidense considera una bomba de tiempo. Asimismo, para Trump, el acuerdo no ataca directamente al programa de misiles balísticos de Teherán, ni su rol "desestabilizador" en varios países de Oriente Medio, como Siria, Yemen o Libia.Francia, Reino Unido y Alemania asumieron las negociaciones con los diplomáticos estadounidenses para buscar posibles soluciones a sus preocupaciones. El jefe de la diplomacia británica, Boris Johnson, reconoció el lunes en Washington que las demandas de Trump son "legítimas". "Creemos que se puede ser más duro con Irán" y "abordar las preocupaciones del presidente" Trump sin deshacer el acuerdo, agregó.Le sugerimos: Merkel visita a Trump con agenda centrada en comercio y en IránEl presidente de Francia, Emmanuel Macron, propuso durante una visita a la Casa Blanca el 24 de abril negociar "un nuevo acuerdo" con Irán que responda a las preocupaciones estadounidenses."Este acuerdo no es el mejor del mundo", pero "sin ser perfecto, tiene un cierto número de virtudes" y los iraníes "lo respetan", declaró el martes la ministra francesa de las Fuerzas Armadas, Florence Parly a la radio RTL. "Será necesario seguir abogando por la mejora de este acuerdo, esté presente en él Estados Unidos o no", añadió.Para Robert Malley, exnegociador con Irán bajo la presidencia de Obama y presidente del grupo de reflexión International Crisis Group, el destino del acuerdo está ahora en manos de los europeos.¿Qué hará Irán? Queda por saber qué es lo que hará Irán ante la posibilidad de que Estados Unidos restablezca las sanciones.Los ultraconservadores del país mantienen una línea muy dura. El jueves un consejero del ayatolá Alí Jamenei, el guía supremo iraní, afirmó que Teherán dejaría el acuerdo si Washington ejecuta su amenaza.En tanto, el presidente Hasan Rohani dijo este lunes que Irán podría seguir aplicando las prerrogativas del acuerdo aunque Estados Unidos se retire.Rohani condicionó el respeto al acuerdo a garantías de "la parte no estadounidense". En caso contrario "seguiremos nuestro propio camino", advirtió.En el texto, Irán declara que no busca dotarse del arma atómica y acepta moderar su programa nuclear para dar al mundo la garantía de que sus actividades no tienen fines militares.A cambio, Teherán obtuvo el levantamiento progresivo de las sanciones internacionales, que significaron un duro golpe a su economía.