La Cámara de Representantes de Estados Unidos, que se encuentra actualmente bajo el control del partido republicano, adoptó este miércoles dos polémicas resoluciones contra el aborto.
El acuerdo es una forma de mostrar un partido sólido y unido, después de que la semana anterior Kevin McCarthy hubiera sido elegido como presidente de la Cámara, solamente después de 15 rondas de votaciones, en las que el partido mostró profundas distancias entre distintas facciones.
Evitar ataques contra instituciones pro-vida
La primera resolución, que fue apoyada por todos los republicanos, condena los ataques en contra de los “establecimientos, asociaciones e iglesias” que se oponen al aborto.
La resolución acusa, entre otros, a la administración del presidente Joe Biden “de no haber tomado medidas para responder a estos ataques radicales”.
Una norma para los médicos
El segundo texto exige a los médicos presentes durante un procedimiento de aborto “proporcionar la atención adecuada” para tratar de “salvar” un feto abortado, que haya sobrevivido a un aborto tardío, que se da generalmente después de las 21 semanas de embarazo.
Esta normativa es llamada la Ley de Protección de Sobrevivientes de Aborto Nacidos Vivos, que identifica a cualquier bebé que sobreviva al aborto como una “persona jurídica para todos los efectos según las leyes de los Estados Unidos”, según publica el canal Fox News.
Esta normativa se considera ampliamente simbólica en la medida en que aborda un resultado extremadamente raro, solo cerca del 1 % de los abortos son tardíos, y ya existe una protección establecida por una ley bipartidista de 2002.
Cualquier violación de esta norma daría lugar a multas y a penas de prisión de hasta cinco años, o ambas.
La organización de planificación familiar Planned Parenthood criticó fuertemente dicha resolución que “no es otra cosa que una estrategia de manipulación por miedo dirigida a estigmatizar el aborto”.
La inmensa mayoría de los demócratas votó en contra de dichas medidas, solo un demócrata votó a favor del proyecto de ley, el representante Henry Cuellar del estado de Texas.
Voces encontradas
El jefe demócrata Hakeem Jeffries declaró que la decisión de abortar no “debía ser tomada más que por una mujer, su familia y sus médicos, punto”.
Igualmente, un demócrata como Jerry Nadler argumentó que el proyecto de ley establecería nuevos requisitos que “interferirían directamente con el juicio médico de los doctores y dictarían un estándar de atención médica, que puede no ser apropiado en todas las circunstancias”.
De su parte, la representante Sydney Kamlager-Dove, demócrata por California, declaró que el intento de esta normativa va mucho más allá del propósito inicial: “Todos sabemos de que se trata esto. No se trata de la protección de los niños recién nacidos. Se trata de control. Se trata de la prohibición nacional del aborto, que los republicanos han estado ansiosos por promulgar desde la anulación de Roe v. Wade”.
El alcance de la normativa, sin embargo, es limitado, pues no tiene oportunidades de pasar en el Senado, donde los demócratas mantienen el control y los republicanos tendrían pocas posibilidades de lograr su aprobación.
Por su parte, representantes republicanos, como Jim Jordan, declararon a favor de la normativa que especifica que los médicos deben salvar la vida de un bebé que sobreviviera a un aborto, en el caso de que esto sucediera: “Es simple. Los bebés que nacen vivos después de un aborto son niños. Todos los recién nacidos merecen el mismo nivel de atención”, aseguró Jordan, según Fox News.
La ofensiva republicana contra el derecho al aborto también podría ser un arma de doble filo, con la mayoría de los estadounidenses, incluidos los de estados conservadores, a favor de su protección.
Con información de AFP