En enero del presente año la justicia británica rechazó extraditar a Estados Unidos al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a pesar de que el país norteamericano lo reclama para juzgarlo por espionaje tras la publicación de cientos de miles de documentos secretos, con una pena que superaría los 170 años.
Sin embargo, parece que desde Norteamérica no se rinden en la tarea de buscar la extradición de Assange y ahora la justicia británica informó que examinará a partir del próximo miércoles 27 de octubre la apelación de Washington contra su rechazo de extraditar al fundador de WikiLeaks, como recoge la agencia AFP.
A comienzos de año, la jueza británica Vanessa Baraitser rechazó la demanda de extradición de Assange, ante la posibilidad de que este australiano de 50 años se suicide. En Estados Unidos enfrentaría una pena de 175 años de prisión, en un caso descrito por sus defensores como político y un atentado a la libertad de expresión.
“Considero que el estado mental del señor Assange es tal que sería opresivo extraditarlo a Estados Unidos”, escribió la jueza Vanessa Baraitser de la corte penal de Londres en su sentencia.
Estados Unidos comenzó el pasado 27 de octubre su proceso de apelación para extraditarlo. En su demanda, Washington puso en entredicho la fiabilidad de un experto que testificó a favor de Assange respecto a la fragilidad de su actual salud mental.
En efecto, el psiquiatra Michael Kopelman reconoció que había engañado a la justicia al “ocultar” el hecho de que su cliente se convirtió en padre durante su encierro en la embajada de Ecuador en Londres, como recoge la AFP. Esta apelación es uno de los últimos recursos de Washington, que, en caso de que fracase, sólo podría acudir al Tribunal Supremo británico.
El origen del caso Assange
Julian Assange fue detenido por la policía británica en abril de 2019, tras haber pasado siete años recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió cuando estaba en libertad bajo fianza.
El fundador de WikiLeaks temía la extradición a Estados Unidos o Suecia, que lo reclamaba por violación, cargos que fueron abandonados desde entonces. Assange, que cuenta con el apoyo de numerosas organizaciones de defensa de la libertad de prensa, es buscado por Estados Unidos por espionaje a raíz de la publicación de unos 700.000 documentos militares y diplomáticos secretos.
Entre los documentos figuraba un video en que se veía cómo helicópteros de combate estadounidense disparaban contra civiles en Irak en 2007, matando a una docena de personas en Bagdad, incluidos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters.
La pareja de Assange, Stella Moris, quien lo visitó el sábado el la cárcel, asegura que está “en muy mal estado”. “Julian no sobreviviría a una extradición, es la conclusión de la magistrada”, dijo en una rueda de prensa.
El experto en derecho estadounidense Carl Tobias estima, sin embargo, que hay posibilidades de que la apelación llegue a buen puerto, puesto que la justicia británica consideró en agosto que sus argumentos eran “al menos defendibles”.
“Estados Unidos podría estar en condiciones de convencer al Tribunal Superior que Baraitser dio demasiada importancia al informe (del experto Kopelman) para decidirse”, explicó a la AFP. Pero esto “podría no bastar para justificar la anulación de toda su decisión”, agregó.
Cabe resaltar que recientemente cientos de manifestantes -con pancartas de “El periodismo no es un crimen” o “10 años es suficiente, liberen a Assange ahora”- se congregaron delante del Tribunal Supremo de Londres, junto a su compañera Stella Moris, para reclamar su liberación.
“Julian Assange no tendría que estar en la cárcel por haber obtenido informaciones de filtradores de alertas, mostrar al mundo lo que ocurre realmente o exponer a nuestros políticos corruptos”, afirmó una de las manifestantes, Boo Oldfield.
*Con información de la AFP.