Estados Unidos expresó este lunes que la producción de petróleo debe responder a la demanda para sostener el crecimiento global, luego de que la Opep y sus aliados en la Opep+ decidieran recortar la oferta para sostener los precios.
El presidente Joe Biden “fue claro en que la oferta de energía debe corresponder a la demanda para sostener el crecimiento económico y bajar los precios para los consumidores estadounidenses y los consumidores en todo el mundo”, señaló su secretaría de prensa en una declaración.
Los países reunidos en la Opep+ decidieron el lunes reducir su producción en octubre para sostener los precios ante los temores de una recesión, por primera vez en más de un año. Los representantes de los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus 10 aliados acordaron “regresar a las cuotas del mes de agosto”, es decir, una reducción de 100.000 barriles diarios en relación con septiembre, anunció en un comunicado la alianza, cuya sede está en Viena.
El grupo, que se reunió por videoconferencia, deja la puerta abierta a nuevas negociaciones antes del próximo encuentro el 5 de octubre, “para responder si es necesario a las evoluciones del mercado”. Hasta ahora, la Opep+ se ha resistido a los llamados de los países occidentales a abrir el grifo para contener la subida de precios y una inflación galopante.
Tras el anuncio de la medida, los precios de las dos referencias mundiales de crudo subían más de 3%, hasta 96,40 dólares el barril de Brent del mar del Norte y 89,80 dólares el de WTI, hacia las 12H50 GMT. “Esta bajada simbólica no es una sorpresa tras los rumores de estas últimas semanas”, reaccionó en una nota Caroline Bain, analista de Capital Economics.
Prudencia
El ministro saudita de Energía, Abdelaziz bin Salmán, pareció abrir la puerta, hace diez días, a esta hipótesis. El ministro aludió a un mercado “sumido en un círculo vicioso de poca liquidez y de volatilidad extrema”.
Impactados por unas perspectivas económicas mundiales sombrías, los precios registraron en agosto su tercera bajada mensual consecutiva, lejos de sus niveles máximos, cuando rondaban los 140 dólares el barril.
“Más vale un golpe de freno ahora. Es mejor ser prudente”, aseguró Bjarne Schieldrop, analista de Seb, para explicar la decisión de la Opep+. “Claramente, el grupo quiere mantener los precios altos”, consideró Craig Erlam, analista de Oanda.
Además, “puede temer que el retorno del crudo iraní al mercado incline la balanza del mercado a favor de la oferta y que los precios bajen”, añadió. Todo dependerá de cómo avancen las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
Tras el anuncio de la medida, los precios de las dos referencias mundiales de crudo subían más de 3%, hasta 96,40 dólares el barril de Brent del mar del Norte y 89,80 dólares el de WTI. “Esta bajada simbólica no es una sorpresa tras los rumores de estas últimas semanas”, reaccionó en una nota Caroline Bain, analista de Capital Economics.
Recientemente, se reavivaron las esperanzas de que se lograra un acuerdo, que comportaría una suavización de las sanciones estadounidenses, sobre todo con respecto al petróleo. Pero eso fue antes de que Estados Unidos señalara que la respuesta de Teherán al texto propuesto por la Unión Europea (UE) “desgraciadamente [...] no era constructiva”.
Por su parte, Rusia, miembro clave del grupo junto a Arabia Saudita, evocó “muchas incertidumbres” vinculadas en particular a “la declaración de los líderes del G7 sobre la limitación del precio del petróleo ruso”, en palabras del viceprimer ministro ruso encargado de cuestiones energéticas, Alexander Novak.
AFP