A la cabeza del apoyo internacional a Ucrania, Estados Unidos desempeñó un papel importante para ayudar a Kiev a resistir militarmente frente a Moscú, rompiendo de paso con la costumbre del expresidente republicano Donald Trump de actuar en solitario.
Washington fue capaz de forjar una coalición internacional para respaldar a Ucrania después de que Rusia invadiera el territorio en febrero de 2022, proporcionando decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar, entrenando a las tropas de Kiev e imponiendo sanciones a Moscú.
“Sin el apoyo de Estados Unidos, y después (...) el europeo y mundial más amplio, los ucranianos se habrían derrumbado”, afirma Mark Cancian, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). “El apoyo es absolutamente vital. Y continuar con ese respaldo es absolutamente vital”, recalca.
La ayuda de decenas de países se ha coordinado a través del grupo de contacto para Ucrania, que se reunió por primera vez a finales de abril del año pasado y está integrado por unos 50 estados liderados por Washington.
Las reuniones permiten a los altos cargos y a los mandos militares ucranianos “actualizar a los ministros” sobre la situación en el campo de batalla para que la comunidad internacional pueda identificar y proporcionar ayuda, explicó a la AFP la subsecretaria adjunta de Defensa Laura Cooper, encargada de Rusia, Ucrania y Eurasia.
45.000 millones
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha sido el motor del grupo, que mantuvo reuniones casi mensuales “para intensificar los esfuerzos, coordinar la asistencia y enfocarse en ganar el combate de hoy y las luchas venideras”, dijo Cooper.
Los partidarios de Ucrania también entrenan a los soldados ucranianos, un esfuerzo coordinado por separado a través de la organización Grupo de Asistencia de Seguridad-Ucrania, y las fuerzas estadounidenses iniciaron el mes pasado un programa enfocado en maniobras a mayor escala, además de capacitación sobre sistemas de armas específicos.
Además, Estados Unidos y otros países han impuesto duras sanciones a Rusia, con objetivos que incluyen instituciones financieras, importaciones de tecnología y exportaciones de energía. Stephen Sestanovich, investigador del Council on Foreign Relations, estima que los esfuerzos de Estados Unidos para reunir apoyo internacional para Ucrania contrastan con la presidencia de Trump.
A muchos de la administración Trump “no les gustaban las instituciones, los procesos y los dirigentes transatlánticos. La toma de decisiones de Trump siempre fue caótica, pero forjar una política común sobre Ucrania con la UE y el resto de la Otan habría sido extremadamente difícil”, añadió Sestanovich.
La ayuda a Ucrania ha cubierto casi todos los tipos de equipos militares, desde uniformes, armas pequeñas y municiones hasta sistemas de cohetes de artillería, defensas aéreas y vehículos blindados.
Pero Kiev ha presionado para obtener algunos elementos que sus aliados son reacios a proporcionarle, como los sistemas de defensa aérea Patriot y tanques pesados sofisticados, que les habían prometido, y otros como misiles de largo alcance y aviones de combate, que por ahora no ha conseguido.
La ayuda militar a Kiev suministrada por Estados Unidos y otros países asciende a por lo menos 45.000 millones de dólares desde que Ucrania fue invadida por Rusia, precisó Cooper.
Los detalles
Más de la mitad de esa cifra proviene de Estados Unidos, que echó mano de las reservas militares, pero también de nuevos pedidos a la industria de defensa para evitar que se agoten las existencias. Funcionarios de defensa aseguran que la ayuda a Ucrania no merma la capacidad defensiva de Estados Unidos.
Según Mark Cancian, tiene un impacto en las existencias y “será un problema cada vez mayor”, en particular en lo referente a las municiones de artillería. Aunque el respaldo bipartidista a Ucrania se mantiene fuerte, algunos congresistas han pedido que se limite la ayuda, mientras que otros presionan para que se intensifique.
“No más dinero para Ucrania”, tuiteó el congresista republicano Matt Gaetz mientras que un grupo bipartidista de senadores pidió que se amplíe para incluir sistemas avanzados que Washington aún no ha proporcionado.
Según Sestanovich, el apoyo actual “se puede mantener durante mucho tiempo. Lo que es más difícil es descubrir cómo, y a qué velocidad”. “Los gobiernos occidentales saben que se necesita más, pero les cuesta ponerse de acuerdo sobre los detalles”, agregó.
*Con información de la AFP.