La ayuda que ha recibido Ucrania por parte de Estados Unidos desde que el presidente Vladimir Putin inició la invasión ha sido millonaria.
Sin embargo, esta parece no ser suficiente para el Gobierno ucraniano, quien pide de manera desesperada que puedan tener aviones de guerra F-16 para así tener más ventaja en el campo de batalla.
Ante esto, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, propuso una estrategia para que Estados Unidos pueda poner estas aeronaves al servicio del ejército ucraniano, asegurando que si son donados a sus fuerzas armadas no solo salvarán “muchas vidas” y garantizarán la seguridad de Europa, sino que además podrán extraer lecciones de cómo hacer frente a Rusia en un escenario de combate real.
Kuleba insistió en la tesis inicial de Kiev y ha destacado que en estos catorce meses de conflicto Ucrania “ha tumbado muchos tabúes” en relación al suministro de armas, en referencia a los recelos iniciales de algunos de sus socios para equipar a las fuerzas ucranianas con carros de combate modernos, como los tanques alemanes Leopard o los estadounidenses Abrams.
En ese sentido, descartó que la entrega de estos aviones de combate vayan a suponer una “provocación” para Moscú, temores que se expusieron en anteriores ocasiones y que nunca se materializaron. “Los F-16 no son diferentes”, ha expuesto en un artículo para la revista Foreign Policy.
“El suministro de ayuda militar a Ucrania ha sido, y sigue siendo, una tarea titánica y es probablemente la mayor operación logística de Occidente desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo Kuleba, quien agradeció especialmente a Estados Unidos por el “celo extraordinario” con el que ha liderado estos esfuerzos.
Al mismo tiempo señaló que el siguiente paso sería entregar los tan ansiados aviones de combate F-16. Washington, afirmó, salvaría “muchas vidas”, garantizando los éxitos de Ucrania en el campo de batalla, ayudaría a aliviar la crisis alimentaria mundial y garantizaría la estabilidad a largo plazo en Europa.
“Suministrar más MiG de la era soviética a Ucrania no logrará este objetivo. Sus radares son inferiores a los rusos y la munición está desactualizada, lo que pone en grave peligro la vida de nuestros pilotos”, explicó.
El alto funcionario ucraniano argumentó que estos aviones también servirían para garantizar la seguridad del corredor de granos del mar Negro y dejar de depender así de “la perpetua falta de buena voluntad de Rusia” para poner en marcha las exportaciones ucranianas.
Asimismo, aseguró que la experiencia de combate de los pilotos ucranianos servirá para que la Fuerza Aérea de Estados Unidos tome nota de esas ”lecciones amargas aprendidas en combate real” contra Moscú que Washington ya recopiló en anteriores décadas, pero en esta ocasión “sin poner en peligro ninguna vida estadounidense”.
Por último, rechazó como argumento para frenar esta entrega el tiempo que necesitarían los pilotos ucranianos para dominar el manejo de esta aeronaves, pues Kiev tiene a sus pilotos preparados para comenzar cuanto antes los entrenamientos.
Hasta el momento, Estados Unidos se ha visto reacio a donar este tipo de aeronaves, unas de las más poderosas que tiene en su poder el gobierno de Joe Biden.
Con información de Europa Press