Una mujer jamás se imaginó que una playa de Carolina del Sur, en los Estados Unidos, sería el último lugar que visitaría en vida.

De acuerdo con las autoridades, la mujer de 63 años, identificada como Tammy Perreault, falleció el pasado miércoles 10 de agosto mientras estaba, puntualmente, en una playa de Garden City, luego de que una sombrilla le cayera de punta sobre su torso. Aseguran que este elemento había sido arrastrado segundos antes por el viento, quedando a la deriva.

“Una ráfaga de viento que pasó se llevó un paraguas por el aire y no paró de avanzar. Todo el mundo dice: “Agáchate”, y nosotros lo hicimos, pero por desgracia ella estaba en la línea de fuego”, contó Sherry White, una de las mejores amigas de Perreault, según el portal El Tiempo Latino.

Un informe del condado de Horry señaló que algunos testigos también indicaron que el paraguas pertenecía al hotel Sea Watch.

La sombrilla cayó “de punta a punta por la playa hasta que golpeó a la víctima en el lado izquierdo de la parte superior del torso”, se indicó en dicho informe.

Thomas Bell, portavoz de la Oficina de Gestión de Emergencias del Condado de Horry, menifestó que Perreault fue atendida inicialmente por profesionales médicos fuera de servicio. Luego, fue trasladada de urgencia al hospital local, donde los médicos la declararon fallecida.

CNN contactó por teléfono a Dale Trevathan, forense adjunto del condado de Horry, quien indicó que la mujer falleció debido a un “trauma en el pecho por el eje del paraguas”.

Hermanos murieron abrazados mientras intentaban cruzar el desierto de Arizona

El jueves 11 de agosto se conoció la historia de dos hermanos provenientes de México, quienes salieron de su país con el objetivo de cumplir el sueño americano y llegar a trabajar en Estados Unidos. Sin embargo, en el camino no tuvieron la suerte necesaria y fallecieron en medio de su viaje.

Se trata de Carlos Enrique Mendoza Santiago, de 23 años, y su hermano mayor, Édgar Mendoza Rodríguez, de 37 años, quienes habrían salido de su casa en Oaxaca, México, desde el 27 de mayo de este año, pero que dos semanas después perdieron la vida cruzando el desierto de Arizona, en Estados Unidos, por deshidratación.

Al parecer, el padre de los dos hombres, el señor Facundo Mendoza Nolasco, habría sido quien se enteró de la tragedia, luego de que el mismo “coyote” que los estaba ayudando a pasar lo llamó para contarle que sus dos hijos habían muerto en medio del desierto, según relató el medio Milenio.

“Me habló una semana después, el 2 de junio, diciendo que uno de mis hijos, Carlos Enrique, se había deshidratado y que no pudo seguir la caminata... Que la ley de la vida así es en el desierto: ‘si te quedas, te quedas’”, expresó Mendoza para el medio mencionado, recordado las palabras del “coyote”.

“Le pregunté por mi otro hijo, Édgar, y me contestó que tampoco siguió al grupo, que por la cuestión de que vio a su hermano que no pudo, prefirió quedarse”, continuó, agregando el momento en el que se enteró de que ninguno de sus dos hijos había sobrevivido las inclemencias del desierto, en medio de las altas temperaturas que se presentaron para las fechas mencionadas en Estados Unidos.

Hasta el momento, el señor Mendoza no ha podido repatriar los cuerpos de sus hijos, y las autoridades no le dan respuesta sobre la búsqueda de los cadáveres. El padre denunció que lleva dos meses tratando de dar sepultura a Édgar y Carlos, pero el consulado correspondiente no le habría brindado la ayuda necesaria.

“Me dijo la señorita: ‘Le paso a mi jefe para que le explique’. Y yo le dije: ‘¿Pero me va a explicar? ¿Qué ya los encontraron?’. Y no me supo decir nada”, expresó sobre la respuesta que le daban las autoridades.

“Le dije: ‘Dígame lo que me vaya a decir porque ya estoy preparado. Llevo dos meses y días buscando. Si usted tiene que decirme algo bueno o malo, dígamelo’, le insistí”, aseveró Mendoza, haciendo referencia a lo que le había contestado el jefe de la secretaria del Consulado.

Sin embargo, también reveló que fue poco tiempo después que se comunicaron con él para contarle que la Patrulla Fronteriza había encontrado los cuerpos de sus hijos, ya que estos hombres llevaban documentos que los identificaban.

“El Consulado me dijo que, como buena pareja de hermanos, los encontraron abrazados. También, por eso, aseguran que son Édgar y Carlos Enrique”, expresó para el medio citado, haciendo referencia al triste desenlace que sufrieron sus dos hijos y la forma en que los identificaron.