Más de 200 intérpretes afganos que ayudaron a tropas y diplomáticos estadounidenses llegaron a Estados Unidos el viernes. Ellos fueron los primeros de decenas de miles de personas que, se espera, emigren para escapar de posibles represalias de los talibanes.
El presidente Joe Biden anunció la llegada del primero de los muchos vuelos previstos para el mes de agosto, mientras Estados Unidos retira a sus tropas de Afganistán y trata de evacuar a quienes los ayudaron durante dos décadas de guerra.
“Hoy es un hito importante ya que continuamos cumpliendo nuestra promesa a miles de afganos que trabajaron codo a codo con las tropas y la diplomacia estadounidenses en los últimos 20 años en Afganistán,” afirmó Biden en un comunicado de la Casa Blanca.
“Quiero dar las gracias a estos valientes afganos por estar junto a Estados Unidos, y hoy me siento orgulloso de decirles: ‘Bienvenidos a casa’”, añadió.
Alrededor de 20.000 afganos trabajaron para Estados Unidos tras la invasión de 2001 luego de los atentados del 11 de septiembre y procuran ser evacuados gracias a un programa especial de visas del departamento de Estado. Los afectados no solo son intérpretes, sino también a los que prestaron apoyo de inteligencia o realizaron otros trabajos delicados para las fuerzas estadounidenses y aliadas.
Algunas estimaciones sugieren que, incluyendo familiares, el número total de evacuados podría ascender a 100.000. Muchos temen las represalias de los talibanes, que han conquistado una vasta franja del país desde que las tropas extranjeras iniciaron la última etapa de una retirada que debe completarse a finales de agosto.
El Congreso estadounidense aprobó el jueves por unanimidad destinar 1.100 millones de dólares para financiar la llegada de afganos que apoyaron la misión estadounidense. El texto tiene que pasar por la Cámara de Representantes, donde se espera que obtenga la aprobación, y posteriormente debe recibir la firma de Biden.
Russ Travers, funcionario del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que los primeros en llegar completarán los controles de salud y seguridad.
Ya “han completado rigurosos controles de seguridad realizados por la comunidad de inteligencia y los departamentos de Estado y de Seguridad Nacional”, dijo Travers.
Tracey Jacobson, directora del Grupo de Trabajo sobre Afganistán del Departamento de Estado, informó que trasladarán a este grupo a la base militar de Fort Lee, cerca de Petersburg, Virginia.
Después, con la ayuda de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU, se les enviará a nuevos hogares, en algunos casos con familiares que ya residen en Estados Unidos.
Según Russ Travers, funcionario del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, unos 2.500 afganos, llegarán en las próximas semanas. Además, el Secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que 70.000 afganos han recibido el visado para entrar a Estados Unidos desde 2008.
“Estados Unidos tiene una larga tradición de abrir los brazos a los inmigrantes, refugiados y otros, y este vuelo es el último ejemplo”, dijo Blinken en un comunicado. Sin embargo, hay miles más a la espera de los controles de seguridad y de la autorización para salir de Afganistán.
Algunos se han manifestado en Kabul en las últimas semanas para protestar por su situación crítica. Ya hay informaciones locales de que varios afganos que trabajaban para las fuerzas estadounidenses han sido localizados y asesinados por los talibanes.
La Casa Blanca admite retrasos, que achaca a la reducción diplomática y militar de Estados Unidos en Kabul y a las restricciones impuestas por la covid-19. “Tenemos la intención de continuar con este programa después de la retirada de las tropas” el 31 de agosto, dijo Tracey Jacobson, directora del Grupo de Trabajo sobre Afganistán del Departamento de Estado.
“Vamos a trasladar a la gente tan rápido como nos sea posible desde el punto de vista logístico”, añadió.
En el caso de los solicitantes que reúnan los requisitos pero no hayan sido investigados a fondo, se espera que Washington los traslade a terceros países a la espera de la aprobación definitiva para su traslado a suelo estadounidense.
El senador Tim Kaine dijo el viernes que Kuwait y Qatar “son sitios que se utilizarán”, y que los funcionarios estadounidenses consideran llevarlos también a Kosovo y Kazajistán, que limita con Afganistán.
Jacobson dijo que Washington estudia cómo ayudar a los afganos que no reúnen los requisitos para el programa de visados pero que también se enfrentan a amenazas de los talibanes, como las mujeres líderes, los activistas de derechos humanos y los periodistas. “La administración está considerando un abanico de opciones”, dijo.
Con información de AFP.