Está visto que en las mafias del narcotráfico todo queda en familia y ‘El Chapo’ Guzmán y su Cartel de Sinaloa son un buen ejemplo de ello.
Los lazos de sangre obligan a compartir las ganancias por los crímenes, pero también el trago amargo de las persecuciones por parte de la justicia, las condenas y las sanciones.
Recientemente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, más exactamente su Oficina de Control de Activos (OFAC), dio a conocer una lista de 10 sancionados por sus nexos con el conocido cartel mexicano, quienes estarían implicados en el tráfico ilegal de fentanilo, el opiáceo que ha producido una crisis de salud pública en ese país, dada su alta incidencia en adicciones.
Entre los afectados por la medida se encuentran varios parientes, ya sea de sangre o políticos del Chapo, según reportes de la agencia Reuters.
Entre ellos se encuentran los hermanos Ricardo y Saúl Páez, quienes son primos maternos del narcotraficante, preso actualmente en Estados Unidos.
Otro allegado a Guzmán es Noel López, hermano de Griselda López, quien fuera la segunda esposa del capo y madre de sus hijos Ovidio y Joaquín Guzmán.
De López, dicen las autoridades que envió unos 80 kilos de fentanilo ilegales a Estados Unidos, entre 2017 y 2021.
Según la DEA, esta actividad suplió el mercado de los estados de Ohio, Michigan, Pensilvania y California.
López se ha vuelto uno de los narcotraficantes más buscados por la justicia estadounidense, luego de que un gran jurado federal del distrito sur de Nueva York, le impuso los cargos de lavado de dinero, tráfico de drogas y posesión de armas de fuego.
Es tan importante su captura, que la DEA ofrece una recompensa de un millón de dólares por información que la facilite.
No es la primera vez que la OFAC pone sus ojos sobre los parientes de El Chapo. En mayo pasado, ya había sancionado a su hijo Joaquín López.
Los demás incluidos en la nueva lista del Departamento del Tesoro son Ludim Zamudio Lerma, quien operaba los laboratorios del Cartel de Sinaloa, y Dora Vanessa Valdez Fernández, encargada de la compra de los precursores químicos necesario para la preparación de las drogas.
Sus tres hermanos, Ángel, Daniel y Jorge Alberto, hacen parte igualmente de los sancionados.
También se menciona a Néstor Isidro Pérez Salas, alias Nini, responsable de la seguridad de Los Chapitos, una facción del cartel liderada por los hijos de Guzmán, de ahí su nombre.
Por su parte, Óscar Noé Medina es considerado un sicario muy peligroso, al punto que también se ofrece una recompensa por información en aras de su captura, pero mucho más elevada: 4 millones de dólares.
Jerui Limón Elenes es cuñado de los hermanos Páez y se dedica al tráfico de metanfetamina, otra sustancia que causa graves estragos en Estados Unidos.
Las medidas de la OFAC no solo incluyen personas, sino también a empresas como REI Compañía Internacional S.A. de C.V., localizada en el estado de México, la cual es señalada de recibir productos químicos importados de China y que se utilizan en la fabricación de drogas sintéticas.
Debido a ello, el accionista mayoritario de esa firma, Eliseo de León Becerra, también resultó afectado por la penalidad de la OFAC, pues se le considera un contribuyente al tráfico ilícito de sustancias.
La presencia de los parientes de Guzmán no es del todo una cuestión de azar, sino que responde al objetivo de destruir a Los Chapitos, que se han especializado en el fentanilo.
“Las sanciones de hoy demuestran nuestra capacidad y nuestra determinación para explotar las vulnerabilidades financieras de las redes implicadas en el comercio ilícito de fentanilo”, explicó Brian E. Nelson, secretario del Tesoro de Estados Unidos.