El Gobierno de Estados Unidos sostuvo que la entrada de Rusia en el este de Ucrania equivale al “comienzo de una invasión” y advirtió que pronto anunciará sanciones “severas”.

“Creemos que este es el comienzo de una invasión, la última invasión de Rusia a Ucrania, y ya están viendo el comienzo de nuestra respuesta, que dijimos será rápida y severa”, dijo a la cadena CNN el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Jonathan Finer.

Más temprano, la Casa Blanca expresó su beneplácito por la decisión de Alemania de detener el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, destinado a llevar gas ruso a Europa, y adelantó que Estados Unidos anunciará sanciones propias.

El presidente Joe Biden “dejó en claro que si Rusia invadía Ucrania, actuaríamos con Alemania para garantizar que el Nord Stream 2 no avance. Hemos estado en estrechas consultas con Alemania durante la noche y agradecemos su anuncio. Seguiremos con nuestras propias medidas hoy”, señaló en la red Twitter la secretaria de prensa del gobierno, Jen Psaki.

Unas horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, reconociera la independencia de las regiones prorrusas del este de Ucrania, Washington reaccionó de inmediato y anunció las primeras sanciones limitadas, dirigidas específicamente contra los territorios separatistas de Donetsk y Lugansk.

Mediante una orden ejecutiva, Biden prohibió cualquier nueva inversión, comercio o financiación de parte de personas estadounidenses hacia, desde o dentro de estas regiones prorrusas.

Rusia desplegó hace semanas unos 150.000 militares en las fronteras ucranianas, según Washington, lo cual llevó a potencias de occidente encabezadas por Estados Unidos a denunciar la planificación de una inminente invasión.

Desde 2014 Ucrania libra una guerra contra los separatistas prorrusos en el este. Más de 14.000 personas han muerto en este conflicto y más de 1,5 millones han tenido que abandonar sus hogares. En 2015 los acuerdos de paz firmados en Minsk (Bielorrusia) permitieron instaurar un alto el fuego y reducir considerablemente los enfrentamientos hasta ahora.

El presidente ruso, Vladimir Putin, intensificó drásticamente la crisis en Europa del Este cuando anunció el reconocimiento de la independencia de dos enclaves separatistas que Moscú apoya en Ucrania, y dijo que el ejército de Rusia sería responsable de lo que llamó “mantenimiento de la paz”.

No quedó claro de inmediato cuál sería el alcance y el momento de los movimientos de las tropas rusas de “mantenimiento de la paz” y, lo que es más importante, si Rusia ahora apoyará abiertamente a los separatistas en su objetivo de apoderarse de aún más territorio ucraniano en la región de Donbás.

Pero mientras Estados Unidos y otros aliados occidentales condenaron una violación de la integridad territorial pro-occidental de Ucrania, Washington inicialmente fue cauteloso sobre si caracterizar la medida de Putin como una invasión específicamente, lo que provocó sanciones occidentales mucho más amplias contra la propia Rusia.

“El traslado de tropas rusas a Donbás no sería un nuevo paso”, indicó, para luego aclarar que “seguiremos buscando la diplomacia hasta que los tanques estén en rodaje”. Más tarde, un portavoz de la Casa Blanca reveló por primera vez que se anunciarían nuevas sanciones, lo que indica que la posición se estaba endureciendo.

*Con información de AFP.