Miles de vuelos más fueron cancelados el miércoles en Estados Unidos cuando el país trata de recuperarse de una supertormenta de nieve que ya se ha cobrado 59 vidas. Funcionarios del condado de Erie, en el oeste del estado de Nueva York, el área más golpeada por la histórica tormenta invernal, elevó el número de muertos a 37, con lo que el total del país llegó a 59.
En Buffalo, la ciudad principal del condado, siguen los trabajos 24 horas al día para restablecer el fluido eléctrico. Según un tuit del alcalde de la ciudad, Byron Brown, 500 residentes seguían sin electricidad el miércoles. Otra clase de crisis tenía lugar en los aeropuertos del país, como la de la aerolínea Southwest Airlines, que tuvo que cancelar miles de vuelos más para tratar de superar una espiral de problemas logísticos de los últimos días.
Los problemas de la aerolínea dejaron varados a miles de usuarios, así como a pilotos y auxiliares de vuelo. Videos en redes sociales mostraban filas de maletas acumuladas en los puestos de Southwest Airlines en los aeropuertos de varias ciudades.
Donald Sneyder, un cliente de la aerolínea, estaba haciendo cola con otras 40 personas en el mostrador de equipaje de la compañía. “No vine antes porque esto tenía pinta de ser un gran desastre. Pero espero recuperar mis maletas hoy”, dijo desde el aeropuerto de Baltimore tres días después de que cancelaran su vuelo a Indianapolis.
Otra pasajera en Baltimore dijo a la AFP, mientras esperaba en una fila de unas 50 personas, que esperaba encontrar la silla infantil para su bebé de dos meses.
Controles
La tormenta, que cayó sobre Estados Unidos justo antes del fin de semana festivo de Navidad, uno de los que registra mayor movilidad del año, provocó temperaturas extremadamente bajas en buena parte del país, incluyendo estados del sur como Texas y Florida.
El miércoles, las temperaturas se moderaron, incluyendo Buffalo. La ciudad, a orillas del lago Erie, cerca de la frontera con Canadá, registró la mayoría de las muertes por la tormenta. Las autoridades encontraron cadáveres en sus autos o en las calles, algunas después de esperar durante horas para ser rescatadas.
“En este punto, hay múltiples cadáveres sin identificar”, dijo en Twitter Mark Poloncarz, funcionario del condado de Erie. “Ofrezco mi más sentido pésame y condolencias a todos los que han perdido un ser querido a causa de esta terrible tormenta de nieve”.
La prohibición de conducir se mantiene vigente este miércoles en Buffalo. Y la Guardia Nacional irá de puerta en puerta en áreas que perdieron el suministro de energía eléctrica para asegurarse de que los residentes estén bien, tuiteó el funcionario.
Las autoridades también se preparan para la eventual crisis que sigue a la gran tormenta, el derretimiento de grandes cantidades de nieve. Adelantándose a que las temperaturas alcancen los 10 grados celsius el viernes, la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, ordenó el despliegue de bombas y sacos de arena en caso de “condiciones de inundación potencialmente peligrosas”.
Southwest Airlines, lejos de resolver sus problemas, canceló el miércoles más de 2.500 vuelos, lo que representa cerca del 90% de todos los anulados en el país, según el sitio especializado FlightAware.
En una serie de apariciones en los medios, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, dijo al presidente ejecutivo de Southwest, Bob Jordan, que el gobierno “los haría responsables” al exigir que la aerolínea compense a los usuarios. Jordan se disculpó en un mensaje de video: “Estamos haciendo todo lo posible para volver a la normalidad... Lo sentimos mucho”.
*Con información de AFP.