“Todo indica” que el presidente ruso, Vladímir Putin, “hará uso de la fuerza militar en algún momento, quizás entre ahora y mediados de febrero”, afirmó la vicesecretaria de Estado norteamericana Wendy Sherman, quien dijo desconocer si este tomó una “decisión”.
La número dos de la diplomacia estadounidense aseguró que los Juegos Olímpicos de Pekín, que comienzan el 4 de febrero, podrían influir en la decisión, ya que, a su juicio, al presidente chino, Xi Jinping, no le gustaría tener a Putin allí si “elige ese momento para invadir Ucrania”.
No obstante, la Embajada estadounidense en Kiev “instó” este miércoles a sus ciudadanos a abandonar Ucrania sin demora ante “la creciente amenaza de una acción militar rusa”. La tensión se recrudece desde hace seis meses en torno a Ucrania, con Rusia en el punto de mira, por haber concentrado decenas de miles de soldados en la frontera de la vecina exrepública soviética.
Para intentar buscar una salida a la crisis y conocer el “estado de ánimo” de Moscú, los consejeros diplomáticos de los dirigentes de Rusia y Ucrania, así como de Francia y Alemania, mantienen una reunión desde el mediodía en París. La Presidencia francesa consideró “alentador” que los rusos aceptaran reunirse bajo el formato del Cuarteto de Normandía, creado en 2014 para buscar una salida a la crisis, dos días antes de una conversación entre Putin y el presidente francés, Emmanuel Macron.
Sin embargo, las discusiones se anuncian difíciles. Durante conversaciones entre Moscú y Washington, Rusia reiteró una serie de demandas que considera necesarias para garantizar su seguridad y que un responsable europeo calificó de “inaceptables”.
Rusia exige especialmente que se rechace una eventual adhesión de Ucrania a la OTAN. Una respuesta escrita de la alianza militar y Estados Unidos a las demandas rusas será enviada a Moscú antes del fin de semana, dijeron a la AFP fuentes de la organización.
Idea “destructiva”
Rusia ha multiplicado en las últimas semanas las maniobras militares, incluso en la frontera con Ucrania, con unos ejercicios iniciados el martes implicando a unos 6.000 soldados, cazas y bombarderos en el sur y en Crimea. Previamente, Moscú anunció maniobras navales en el Atlántico, el Ártico, el Pacífico y el Mediterráneo, además de ejercicios conjuntos con Bielorrusia, en las fronteras con la Unión Europea.
Rusia ha concentrado igualmente hasta a 100.000 soldados en las fronteras ucranianas. Pese a la alarma generada, el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, consideró este miércoles que el número de tropas rusas apostadas en la frontera era todavía “insuficiente” para que puedan lanzar un ataque de gran envergadura.
El número “es importante, representa una amenaza para Ucrania”, pero “en el momento en que hablamos, este número es insuficiente para una ofensiva a gran escala contra Ucrania a lo largo de toda la frontera”, dijo Kuleba durante una rueda de prensa virtual.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el martes de las “enormes consecuencias” que provocaría un ataque, una decisión que “cambiaría el mundo”, y avanzó que podría “concebir” sanciones personales contra Putin.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que calificó de “destructiva” para las relaciones con Estados Unidos esa idea, relativizó su impacto, ya que la ley rusa prohíbe en principio a sus altos responsables tener bienes en el extranjero.
“No más guerra” pide el papa Francisco
Ante las crecientes tensiones, que traen de vuelta los fantasmas de la Guerra Fría que opuso Estados Unidos a la entonces Unión Soviética, el papa Francisco imploró: “¡Por favor, nunca más guerra!”.
Estados Unidos colocó el lunes en alerta a unos 8.500 soldados, que podrían sumarse a la fuerza de reacción rápida de la OTAN de 40.000 militares. Pero la decisión de su despliegue no ha sido aún tomada.
La OTAN anunció por su parte que colocaba en situación de espera a sus fuerzas, y enviaba barcos y aviones de combate para reforzar sus defensas en Europa del Este. Rusia considera a las tropas de la Alianza en su vecindario como una amenaza existencial. Entre tanto, República Checa anunció que donaba 4.000 proyectiles de artillería a las fuerzas armadas ucranianas.
Otra fuente de tensión son las declaraciones de un alto responsable del Parlamento ruso, Andrei Turshak, que instó a Rusia a entregar armas a los separatistas prorrusos del este de Ucrania y acusó a Kiev de “preparar una agresión militar” contra esas regiones rebeldes.
*Con información de la AFP.