El horario de verano en Estados Unidos, conocido como Daylight Saving Time (DST), se aplica en ese país para maximizar las horas de luz natural en las tardes durante la primavera, el verano y principios del otoño.

Comienza anualmente el segundo domingo de marzo. Este año, el pasado 10 de marzo, a las 2:00 a. m., los relojes se adelantaron una hora (de 2:00 a. m. a 3:00 a. m.). Esto significó que los días “se alargaron” porque al oscurecer más tarde se permitían más horas de luz en la tarde.

Esto finalizó el pasado 3 de noviembre, el primer domingo de este mes. A las 2:00 a. m., los relojes se retrasaron una hora (de 2:00 a. m. a 1:00 a. m.). Esto volvió los horarios a su tiempo estándar y los días empezaron a oscurecer más temprano.

El horario de verano cambia el reloj en todo el país. | Foto: Reading Eagle

¿Dónde no aplica?

La mayoría de los estados en Estados Unidos siguen el horario de verano, pero hay excepciones:

  • Arizona: no aplica DST, excepto en la Nación Navajo, reserva india ubicada en el estado.
  • Hawái: tampoco aplica el horario de verano debido a su cercanía a la línea del ecuador, donde la variación de luz durante el año es menor.

La normativa tampoco rige en otros territorios estadounidenses como Samoa Americana, Guam, Islas Marianas del Norte, Puerto Rico y las Islas Vírgenes.

Los impactos en la vida cotidiana

Consumo de energía

  • Ahorro energético limitado. Originalmente, el horario de verano fue implementado para reducir el consumo de energía al aprovechar más la luz natural. Sin embargo, estudios recientes muestran que el ahorro real es mínimo, ya que el uso de dispositivos electrónicos y la calefacción en las mañanas tempranas en meses más fríos pueden compensar el ahorro en iluminación.

Salud y bienestar

  • Alteraciones en el sueño. Cambiar la hora puede afectar el ritmo y se ha asociado con insomnio, fatiga y problemas de concentración, especialmente en la primera semana después del cambio de horario.

Seguridad

  • Accidentes de tráfico. Existe un ligero aumento en los accidentes de tráfico inmediatamente después de cambiar al horario de verano, debido a la somnolencia y desorientación de los conductores.
  • Reducción de delitos. Al haber más horas de luz en la tarde, algunas ciudades han registrado una disminución en ciertos delitos, como robos y asaltos, ya que la oscuridad es un factor de riesgo para el crimen.

Impacto económico

  • Productividad. La alteración en los horarios puede afectar la productividad laboral, especialmente en la semana después de realizarse el cambio. La adaptación del cuerpo puede reducir la eficiencia en el trabajo y aumentar los errores.
  • Consumo. Algunas industrias, como el turismo y la recreación, pueden beneficiarse de más luz en la tarde, ya que la gente tiende a realizar más actividades al aire libre, lo que impulsa la economía local en sectores de entretenimiento y restaurantes.