En varias ciudades de Estados Unidos se vio algo impensado hace dos meses, cuando se iniciaron las medidas de aislamiento del coronavirus. Las playas y otros sitios turísticos estuvieron colmados de personas que aprovecharon el fin de semana feriado para salir de sus hogares. Esto después de que se relajaran las medidas de confinamiento en algunos estados. La conmemoración del Memorial Day representa el inicio no oficial del verano y los estadounidenses acostumbran salir a lugares recreativos aprovechando el clima calido que se presenta desde esta época.
Mientras tanto, la Casa Blanca amplió sus restricciones de viajes desde los países golpeados por el virus, al afirmar que no le permitiría el ingreso a los extranjeros que hayan estado en Brasil recientemente.
Agentes de la Policía y de patrullaje en las playas trataron de asegurarse de que las personas mantuvieran su distancia entre ellas mientras recibían los rayos del sol en la playa, parques y otras áreas recreativas de todo el país. En la zona de Tampa, en Florida, a lo largo de la costa del golfo de México, las multitudes eran tan grandes que las autoridades tomaron la medida extraordinaria de cerrar los estacionamientos porque ya estaban llenos. En los programas televisivos de debates del domingo, la doctora Deborah Birx, coordinadora del equipo especial de la Casa Blanca para el coronavirus, se mostró “muy preocupada” ante las imágenes de personas congregadas el fin de semana. “Realmente queremos ser muy claros todo el tiempo de que el distanciamiento social es absolutamente crucial. Y si usted no puede respetarlo y se encuentra en el exterior, debe usar un cubrebocas”, indicó en el programa “This Week” de la cadena ABC.
En Missouri, la población abarrotó los bares y restaurantes en el lago de los Ozarks, un popular sitio vacacional entre los habitantes de Chicago, durante el fin de semana. En un video se podía ver una piscina repleta en la que la gente descansaba reunida sin mascarillas, reportó la televisora KMOV-TV de San Luis. En Daytona Beach, Florida, se registraron disparos la noche del sábado en un camino al lado de la playa donde más de 200 personas se habían reunido en un ambiente festivo y donde se bailaba pese a las restricciones. Varias personas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital, según las autoridades. “Disney está cerrado, Universal está cerrado. Todo está cerrado, así que ¿adónde fue todo el mundo en el primer día cálido y con el 50 % de la reapertura? Todo el mundo vino a la playa”, señaló el jefe policial del condado Volusia, Mike Chitwood, en una conferencia de prensa el domingo, en referencia a las multitudes en la zona de Daytona Beach. En California, las autoridades dijeron que la mayoría de la gente portaba mascarillas y respetaba el distanciamiento social pese a que acudió a playas y parques. Muchas playas del sur del estado estaban abiertas solo para nadar, correr y realizar otras actividades. Tomar el sol y actividades en grupo como jugar voleibol están prohibidas. Las imágenes, aun así, mostraban en Venice Beach a centenares de ciudadanos y ningún tapabocas. Estados Unidos se enfila a rebasar las 100.000 muertes por coronavirus en los próximos días, mientras que en toda Europa el total de fallecimientos ronda los 169.000, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins, que casi seguro es inferior a la cifra real. A nivel mundial, más de 5,3 millones de personas han sido contagiadas y más de 344.000 han muerto.
El diario The New York Times invitó a reflexionar sobre el horror que se ha vivido al dedicar la portada entera de su edición del domingo a una larga lista con los nombres de quienes han fallecido por el virus en Estados Unidos. El título: “Una pérdida incalculable”.