El reciente ataque de este martes, 17 de octubre, al hospital en Gaza, que dejó cerca de 500 muertos y miles de heridos, levantó una ola de indignación a nivel internacional.
Estallidos de furia y protestas en el mundo musulmán y en otros países de Occidente han mostrado su apoyo a Palestina ante los ataques de Israel, como respuesta a lo ocurrido el pasado 7 de octubre, cuando el grupo terrorista Hamás bombardeó territorio israelí.
El bombardeo, que el movimiento islamista Hamás atribuyó a Israel y del que este culpa a Hamás al intentar enviar un misil a territorio israelí y que en su intento falló y cayó sobre el hospital, se da en momentos en que el presidente estadounidense, Joe Biden, viaja a la región.
Según el Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2006, “de 200 a 500 personas” perecieron en el bombardeo llevado a cabo por “el ocupante [israelí]” contra el hospital, en la ciudad de Gaza, y “centenas de personas se hallan bajo los escombros”.
“El hospital albergaba a centenas de enfermos y heridos, así como a personas desplazadas por la fuerza” a causa de los bombardeos israelíes, precisó el comunicado, denunciando un “crimen de guerra”.
Israel atribuyó el bombardeo al “lanzamiento fallido de un cohete” por parte de la Yihad Islámica, otra organización palestina que opera en el enclave.
Pero la Yihad Islámica calificó de “mentira” la denuncia israelí y acusó a Israel de “eludir la responsabilidad de la brutal masacre que cometió al bombardear el hospital”.
Jordania, un país que tiene relaciones diplomáticas con Israel, afirmó que Israel carga con “la responsabilidad” de la tragedia.
En respuesta al ataque, Jordania canceló una cumbre regional en Amán, prevista para el miércoles, para retomar el proceso de paz en Oriente Medio, en la que participaría Biden junto al rey jordano Abdalá II, el presidente palestino Abás y el presidente egipcio, Abdelfatah El-Sisi.
Una ola de rabia e indignación
Tan pronto salieron las primeras imágenes de cómo fue el ataque al hospital, miles de personas en países como Líbano o Jordania, pasando por Estados Unidos o Colombia y otros como Marruecos, Turquía o Túnez salieron a las calles de nuevo con pancartas en contra de Israel, gritando arengas hacia Occidente y pidiendo una Palestina libre.
Algunos, como en el Líbano, se manifestaron con brotes violentos y disturbios ante las embajadas de Estados Unidos o Israel; en el caso de Nueva York, varios de los manifestantes quemaron banderas israelíes a manera de condena por la masacre de personas en un hospital, que han sido atendidas durante los bombardeos.
En Ramala, las fuerzas de seguridad palestinas se enfrentaron con gases lacrimógenos a una multitud de manifestantes para dispersarlos mientras estos lanzaban piedras y gritaban contra el presidente palestino, Mahmud Abbas.
Una condena de diferentes gobiernos, que obligaron a Jordania a suspender una cumbre de alto nivel con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un hecho que agrava aún más la crisis que se vive en estos momentos en Oriente Medio.
El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, condenó la masacre en su cuenta de X: “Atacar un hospital con mujeres, niños y civiles inocentes es el último ejemplo de que los ataques de Israel están carentes de los valores humanos más básicos”. Miles de turcos también salieron a protestar frente al consulado israelí.
En Colombia, alrededor de 300 personas mostraron su apoyo al pueblo palestino y gritaron: “Fuera yanquis” en las instalaciones de la Embajada Palestina en Bogotá, al tiempo que reclamaron que pare la violencia que se ha desatado y ha cobrado miles de vidas.
“Alto el fuego humanitario”
Biden, a bordo del avión presidencial, dijo estar “indignado y profundamente entristecido” por el ataque al hospital, y manifestó que instruyó a su equipo de seguridad nacional indagar lo ocurrido.
Igualmente, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó el miércoles en China a un “alto el fuego humanitario inmediato para (...) aliviar el épico sufrimiento humano que presenciamos”.
En una referencia al bombardeo israelí, Guterres declaró que los ataques de Hamás “no pueden justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) condenó “enérgicamente” el bombardeo y refirió que “el hospital estaba en funcionamiento, con pacientes, cuidadores y personas desplazadas internamente que se refugiaban allí.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, que administra Cisjorania ocupada, declaró un duelo de tres días “en toda Palestina”.
La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) indicó, por otra parte, que al menos seis personas que se habían refugiado en una de sus escuelas murieron y decenas resultaron heridas en un ataque aéreo israelí.
Israel había avisado a Gaza de evacuar de manera inmediata a 2,4 millones de habitantes con un plazo de 24 horas, el pasado sábado, antes de iniciar los bombardeos y una posible incursión terrestre.
Drama humanitario
Hamás anunció la muerte de uno de sus comandantes militares, Ayman Nofal, en un ataque israelí en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja.
La tensión crece también en el norte de Israel, en el límite con Líbano, donde el ejército israelí anunció haber matado el martes a cuatro hombres armados que intentaban cruzar la frontera, en un cruce de disparos con Hezbolá, aliado de Hamás.
Organismos internacionales advierten que los habitantes de Gaza se están quedando sin agua, alimento y combustible.
Hay comida “para cuatro o cinco días”, indicó este martes el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
*Con información de AFP.