Este 14 de diciembre se desarrolla en La Habana, Cuba, la XX Cumbre de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América, Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en la que participa Nicolás Maduro como primer mandatario de Venezuela.

El presidente del vecino país llegó a la capital cubana en la noche del pasado 13 de diciembre, en un avión de Conviasa, aerolínea venezolana, que aterrizó en el Aeropuerto Internacional José Martí, en compañía de su esposa, Cilia Flores.

“Luego de haber visto todo 2020 de pandemia y el año 2021, los países del ALBA hemos logrado administrar correctamente la crisis de la pandemia, ponernos de pie con las vacunas, controlar la situación”, dijo Maduro en su arribo a territorio cubano.

Mismo mensaje fue el que compartió este martes durante su intervención en la plenaria del ALBA, asegurando que “las decisiones que tomamos como bloque hace un año, frente a la covid-19, fueron un éxito, cuando nos plantamos juntos para la solidaridad y para que a los pueblos del ALBA no les faltaran medicamentos y vacunas”.

Sin embargo, además de alabar la gestión de los países miembro, Maduro también atacó a grandes potencias como Estados Unidos de estar conspirando para continuar con la pandemia y de intentar controlar a los pueblos del mundo con la inclusión de nuevas variantes en la conversación pública.

“Uno se pregunta si están utilizando alguna variante del coronavirus para la manipulación de la opinión pública”, manifestó el sucesor de Hugo Chávez, durante su discurso.

Por esto, Maduro hizo una invitación a todos los representantes del ALBA en La Habana para que, según él, puedan contrarrestar los ataques “imperialistas” que surgen desde el país norteamericano en contra de los intereses de sus respectivos países y de la ideología del nuevo socialismo en Latinoamérica.

“Hago un llamado a los países miembros del ALBA para mantener la coordinación en lo social, en lo político-diplomático, frente a las intrigas que Estados Unidos pretende imponer, a través de su influencia, contra la unión de los pueblos”, añadió.

Asimismo, rescató que desde que se fundó el ALBA (hace 17 años), “esta etapa (…) demostró que sí es posible otro camino, donde juntos podemos ir a la acción común frente a nuestros pueblos, hay que dar un paso más adelante y ese es el llamado que Venezuela ratifica”.

El ALBA-TCP está conformado por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominicana, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves y Granada.

La amenaza de ómicron

Cabe recordar que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el pasado 9 de noviembre se ha expandido desde el sur de África y hacia el resto del mundo la variante de la covid-19 conocida como ómicron. Esta nueva variación, según la organización internacional, ya se encuentra presente en al menos 63 países, convirtiéndose en una de las variantes más contagiosas de esta enfermedad.

De hecho, la misma OMS ha asegurado que ómicron podría convertirse rápidamente en la variación dominante en el mundo, desplazando a delta, responsable actualmente de la mayoría de los contagios en el mundo.

Es normal que “ómicron supere a delta en los lugares donde hay transmisión comunitaria”, explicó la OMS, añadiendo que existe un miedo generalizado y coherente de que las vacunas puedan ser menos eficaces contra esta variación. Aun así, varios laboratorios como Pfizer/BioNTech han manifestado que su vacuna, siendo aplicada con una tercera dosis de refuerzo, sigue siendo “eficaz” contra esta variante del nuevo coronavirus.

Por su parte, la directora de la unidad de enfermedades emergentes de la OMS, Maria van Kerkhove, dijo en entrevista con El País, de España, que “nos enfrentamos a un tsunami de infecciones en el mundo, tanto de delta como de ómicron. Se lo repito a los gobiernos: no esperen para actuar”.