Este domingo el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aseguró que tiene tres alternativas para su futuro próximo: “Estar preso, muerto o la victoria”, durante un encuentro con evangélicos en una visita a Goiania (centro-oeste).
“Tengo tres alternativas para mi futuro: estar preso, estar muerto o la victoria. Pueden estar seguros de que la primera alternativa no existe: estoy haciendo lo correcto y no le debo nada a nadie”, señaló el mandatario, que aspira a la reelección en 2022, según declaraciones reproducidas por la prensa local.
En medio de tensiones con el poder judicial, el presidente volvió a cargar contra el Supremo Tribunal Federal (STF) y el Tribunal Superior Electoral (TSE), y advirtió: “Ningún hombre aquí en la Tierra me va a amedrentar”. También denunció las “medidas arbitrarias” de la justicia.
Bolsonaro sufrió un revés el miércoles, cuando el presidente del Senado brasileño, Rodrigo Pacheco, rechazó su pedido de iniciar un proceso de destitución contra Alexandre de Moraes, uno de los once jueces del STF, y miembro del TSE.
La disputa comenzó hace meses, entre otras causas, por los cuestionamientos sin pruebas de Bolsonaro a la legitimidad del sistema de votación electrónica en Brasil, vigente desde 1996.
La corte suprema abrió distintas investigaciones contra el mandatario. Y a inicios de este mes, De Moraes ordenó investigar al presidente por “calumnia” e “incitación al crimen”.
Por otra parte, el TSE incluyó al mandatario en una pesquisa iniciada en 2019 por el STF para investigar noticias falsas, ofensas y amenazas a varios de sus jueces.
Los cruces y declaraciones por parte del presidente que algunos califican de golpistas agudizaron la crisis institucional en la que el país está inmerso.
El viernes, antes de viajar a Goiania, Bolsonaro incentivó a la población a armarse: “Todo el mundo tiene que comprar un rifle. Un pueblo armado jamás será esclavizado”, dijo.
Y, en un momento en el que crecen las preocupaciones por la inflación, agregó: “Sé que es caro. Algún idiota puede decir ‘tienes que comprar frijoles’. Hombre, si no quieres comprar un rifle, no molestes a quien quiera comprarlo”.
En la mañana del sábado, en la capital del estado de Goiás, el presidente se paseó sin mascarilla entre una aglomeración de seguidores afuera del templo, según imágenes en sus redes sociales.
Luego llamó desde el escenario a los evangélicos -un grupo clave en su base electoral- a participar de los actos en su apoyo previstos para el 7 de septiembre, cuando se conmemora el Día de la Independencia.
“Bolsonaro es peor que Maduro”
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cerró la noche de este jueves en Salvador una gira por el empobrecido nordeste brasileño con aires de precampaña, en un acto con movimientos de la comunidad negra en el que arremetió contra el gobierno de Jair Bolsonaro.
El líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y potencial candidato a las elecciones presidenciales de 2022 afirmó que Bolsonaro “es peor” que su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, lo cual se convirtió en una crítica más contra el actual gobierno.
Lula hizo la declaración durante una entrevista con la radio Metrópole de Salvador, cuando defendió que la autodeterminación de los pueblos es algo que “no se toca” y debe ser respetada, sin la injerencia de otros países, por lo que cabe a cada población decidir sobre sus gobernantes.
Al respecto, insistió en que “cada país cuida su país. Que Maduro sea lo que quiera, pero quien tiene que ponerlo o sacarlo es el pueblo de Venezuela y no Bolsonaro, que es peor que Maduro”.
El exmandatario, que aún no ha confirmado si será candidato a la elección presidencial de octubre del año que viene, rechazó que haya una polarización que requiera de una tercera alternativa, como señalan algunos.
“No hay polarización. Está la candidatura del PT, que siempre fue democrático, y la de un fascista genocida que es Bolsonaro”, indicó, levantando aplausos de sus seguidores.
Salvador, capital de Bahía, fue la última parada de un recorrido iniciado el 15 de agosto por varios estados del nordeste brasileño, un histórico bastión del PT.
Para Creomar De Souza, de la consultora Dharma, Lula comenzó esta precampaña en la que “parecía más obvio” y en la que Bolsonaro cosechó la menor cantidad de votos en 2018: “Fue el lugar más impactado por sus dos administraciones, no solo con el programa (de transferencias monetarias) Bolsa Familia, sino con otros programas sociales”, señaló.
“Hay todo un simbolismo” en el inicio de este diálogo por parte del expresidente en una región de gran tracción electoral. Eso coincide con un momento en que “el gobierno de Bolsonaro parece preso en la idea de destruir puentes y encerrarse”, señala De Souza.
Lula, de 75 años, recuperó hace meses sus derechos políticos gracias a la anulación de las condenas por corrupción dictadas en su contra, una de las cuales lo llevó a la cárcel durante casi 18 meses, entre 2018 y 2019.
Los últimos sondeos le dan una amplia ventaja frente al ultraderechista Bolsonaro en las próximas presidenciales, que se anuncian como las más polarizadas de la historia del país.
*Con información de AFP.