Alcanzar el sueño de la eterna juventud es algo que, aunque los magnates tecnológicos aún no logran conseguir, la mente del ser humano sí se acerca a vivirlo. Esto gracias al poder de convicción, persuasión e interés que surge con el paso de los años.
Es así como ese constructo abstracto denominado ‘edad’ puede variar, llegando a conocer casos en los que un sujeto de 37 años puede sentir que tiene unos pulmones de un joven de 17 años y un estado físico de un hombre de 27, dejando a un lado las complicaciones que se relacionan con el envejecimiento.
Si bien es cierto que los años pasan, y es un hecho que no se puede detener, la edad, además de ser un número, también se puede convertir en un estado físico y mental, dividiendo este concepto en una cronológica - tiempo - desde el nacimiento y en un aspecto biológico, que hace referencia a la edad real que podría tener el cuerpo de una persona dependiendo su desgaste físico.
Esto explica el interés que va creando la mente por mantener un estilo de vida saludable a medida que pasa el tiempo para, entre otras cosas, garantizar una buena vejez. Sin embargo, hay quienes creen que es un sueño difícil de cumplir. Sin embargo, un hombre irlandés de 92 años ahora es prueba de que sí es posible.
El hombre con una edad cronológica de 92 años y biológica de 40
Este es el caso de Richard Morgan, un hombre irlandés que en el pasado se desempeñó como panadero y fabricante de baterías, y que hoy en día es objeto de estudio de una investigación publicada en diciembre del 2023 en el Journal of Applied Physiology por sus condiciones físicas.
Morgan empezó a hacer ejercicio regularmente a sus 70 años, cuando comenzó a practicar remo en interiores, sin imaginar los increíbles resultados que iba a obtener, llamando la atención de científicos que, tras analizarlos, sugieren que es un ejemplo de envejecimiento saludable y en forma, debido a que tiene el corazón, los músculos y los pulmones de alguien que tiene menos de la mitad de su edad cronológica.
Por ello, Richard ha remado el equivalente a casi 10 veces alrededor del mundo, ganando cuatro campeonatos mundiales, mientras diferentes investigadores se preguntaban si la desaceleración física y la pérdida de masa muscular es algo común durante el proceso de envejecimiento, o es algo que se puede evitar al tener una buena rutina de ejercicio.
“Necesitamos observar a las personas mayores muy activas si queremos comprender el envejecimiento”, le afirmó Bas Van Hooren, investigador doctoral de la Universidad de Maastricht en los Países Bajos y uno de los autores del estudio, al medio Washington Post.
Ante esta necesidad, su colega Lorcan Daly, profesor asistente de ciencias del ejercicio en la Universidad Tecnológica de Shannon en Irlanda, propuso estudiar el caso de su abuelo Morgan, quien en ese momento tenía 92 años.
Inicialmente, se le midió su altura, peso y composición corporal en el laboratorio de fisiología de la Universidad de Limerick en Irlanda, comprobando también su metabolismo y su función cardíaca y pulmonar. Después, le pidieron que subiera a la máquina de remo y corriera una contrarreloj simulada de 2.000 metros mientras monitoreaban su corazón, sus pulmones y sus músculos.
Con esta acción, según el mismo medio, Morgan demostró ser una potencia con sus 74 kilos, los cuales están compuestos por un 80 por ciento de músculo y apenas un 15 por ciento de grasa, una proporción corporal que se consideraría saludable para una persona mucho más joven.
Del mismo modo, durante la prueba, se pudo ver que su frecuencia cardíaca alcanzó un máximo de 153 latidos por minuto, superando significativamente la frecuencia cardíaca máxima anticipada para su edad, lo que sugiere la presencia de un corazón excepcionalmente fuerte, según los investigadores.
Al notar que su frecuencia cardíaca ascendió rápidamente, resaltaron la capacidad de su corazón para suministrar oxígeno y combustible de manera eficiente a los músculos activos. “Todavía estamos aprendiendo cómo iniciar un programa de ejercicio en la vejez, pero la evidencia es bastante clara en que el cuerpo humano mantiene la capacidad de adaptarse al ejercicio a cualquier edad”, señalo Scott Trappe, director del Laboratorio de Rendimiento Humano de la Universidad Ball State en Indiana, en el medio ya citado.