Los estudiantes de Chile deben volver a usar mascarillas en los colegios como medida de prevención ante el brote “más grande” desde que se tenga registro en el país del virus sincicial respiratorio (VRS), anunció este martes el ministerio de Salud.
“Estableceremos el uso obligatorio de mascarillas en los establecimientos escolares hasta el fin de la alerta sanitaria, que en este momento es el 31 de agosto”, dijo Ximena Aguilera, ministra de Salud.
La medida rige para todos los escolares mayores de cinco años y busca hacer frente al brote de VRS “más grande del que hemos tenido registro”, según alertó la ministra Aguilera, sobre un virus que afecta especialmente a los menores de un año y que puede ser mortal en ese rango etario
Según datos del Instituto de Salud Pública en lo que va de 2023 se han registrado 18.728 casos positivos en virus respiratorios, la cifra más alta desde que se tiene registros. Se contabilizan en esa fecha seis muertes de menores de un año.
La circulación de este virus es habitual durante los inviernos en Chile, donde las alertas se dispararon tras la muerte el 6 de junio de una bebé de dos meses diagnosticada con virus sincicial y que no encontró una cama para ser internada tras acudir a un servicio de urgencia infantil en la localidad de San Antonio, a 120 km de Santiago.
La red de salud se encontraba saturada y no se encontraron camas disponibles para atender a la niña en toda la región. La única unidad disponible estaba en Arica, a más de 2.000 km de distancia. Más tarde se conoció que había camas de disponibles en una clínica privada de Santiago. Las distintas versiones de las autoridades de Salud sobre este tema motivaron la renuncia este martes del subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos.
El alza de los contagios, motivados por el extenso encierro que vivieron los niños chilenos en la pandemia de coronavirus que no les permitió generar defensas, mantiene al tope a los servicios de urgencia pediátricos, que tenían una ocupación de camas este martes de un 93 %. Como medida de prevención, Chile mantiene vigente una alerta sanitaria hasta el 31 de agosto.
Vuelven las manifestaciones a Perú con la “toma de Lima
La Federación Agraria Revolucionaria Túpac Amaru del Cusco (Fartac), convocó a una protesta el 24 de junio, para protestar contra las muertes ocurridas en las marchas que se desarrollaron entre diciembre de 2022 y marzo de 2023.
El paro macrorregional fue convocado los días 14 y 16 de junio, en respaldo a la liberación del expresidente Pedro Castillo. Imágenes difundidas por el Comité Nacional Unificado de Lucha del Perú (Conlup), muestran cómo algunas vías fueron cerradas en Huanca.
En ese contexto, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha criticado la convocatoria para este fin de semana de nuevas movilizaciones en Lima, la capital, contra su Gobierno, y ha preguntado directamente a los organizadores “cuántas muertes más quieren”.
“Llamo a las personas que nuevamente están anunciando la tercera ‘Toma de Lima’ o la tercera toma del Perú, ¿cuántas muertes más quieren? ¿Acaso no les duele en el alma haber perdido más de 60 personas en estas movilizaciones violentas?”, dijo junto a su homólogo ecuatoriano, Guillermo Lasso, en un encuentro en Piura.
Boluarte además insistió en que “ninguna” de aquellas muertes fue provocada o buscada por su Gobierno, en contraste con los últimos informes de diferentes organizaciones, entre ellos el de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que calificó de “masacre” la represión de esas protestas.
Asimismo, acusó a sus detractores de beneficiarse de aquellas muertes. “No satisfechos con que no haya renunciado, (…) quieren utilizar a la población peruana para seguir generando zozobra, violencia y caos”, protestó, según recoge el periódico peruano La República.
Por su parte, el jefe de la Región Policial Lima, el general Vítor Zanabria, informó de que desplegará más de 8.000 agentes en diversos puntos de la capital peruana de cara a las nuevas manifestaciones en contra del gobierno de Dina Boluarte, conocidas como la ‘Toma de Lima’.
El jefe de Policía de Lima señaló que los informes de Inteligencia de Perú prevén que la marcha sea secundada por un reducido número de personas, si bien el despliegue policial busca evitar disturbios durante la jornada.
“Los indicadores de cómo se van a llevar a cabo estas movilizaciones prevén lo mismo: poco número de manifestantes, pero con un alto nivel de violencia”, manifestó Zanabria en declaraciones a la emisora peruana RPP.
*Con información de AFP.