La Nasa advirtió que este jueves 28 de abril pasará cerca de la Tierra un asteroide denominado 418135 o 2008 AG33, el cual es considerado como “potencialmente peligroso” y que viaja a una velocidad de 37,400 kilómetros por hora.
Además, indicó que podría tener el doble de tamaño del emblemático Empire State Building de Nueva York, teniendo en cuenta que tiene un diámetro estimado entre 350 y 780 metros.
Los científicos estimaron que este asteroide pasará “rozando” la Tierra, razón por la que los astrónomos lo monitorean de cerca, analizando cualquier desviación de su trayectoria prevista que pudiera ponerlo en curso de colisión.
La Nasa explicó que el asteroide 2008 AG33 viaja a más de 30 veces la velocidad del sonido y se acercará a unos 3,2 millones de kilómetros de la Tierra. Aunque podría sonar como una distancia lejana, los estándares espaciales señalan que es una brecha cercana.
Vale destacar que el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la Nasa identificó por primera vez este asteroide el 12 de enero de 2008 por topógrafos de asteroides en el observatorio Mt. Lemmon SkyCenter en Arizona y pasó por la Tierra por última vez el 1 de marzo de 2015.
Afirman que este asteroide pasa por la Tierra aproximadamente cada siete años y prevén que el próximo sobrevuelo cercano se produzca el 25 de mayo de 2029.
Descubren enorme asteroide que comparte órbita con la Tierra
Por varios meses se ha estado hablando de los asteroides cercanos a la Tierra, ya que últimamente se están haciendo más visibles. En contexto, los asteroides son pequeños objetos rocosos que orbitan alrededor del Sol y, aunque los asteroides den vueltas alrededor como los planetas, suelen ser mucho más pequeños. Además, hay muchos asteroides en el sistema solar y la mayoría de ellos viven en el cinturón de asteroides, una región entre las órbitas de Marte y Júpiter, según el portal SpacePlace de la Nasa.
No obstante, los asteroides también se encuentran en otros lugares. Por ejemplo, algunos están en la misma órbita de los planetas. Esto quiere decir que tanto el asteroide como el planeta siguen el mismo camino alrededor del Sol y por esta razón la Tierra y algunos otros planetas tienen asteroides.
Un grupo de investigadores halló un asteroide troyano al cual nombraron 2020 XL 5, que estaría en la misma órbita de la Tierra, más específicamente en el punto L4 entre el planeta y el Sol, gracias al sondeo Pan-STARRS1, realizado el 12 de diciembre del año 2020; se trata de un objeto de un kilómetro de diámetro que permanecerá en esta misma posición entre 4.000 y 4.500 años más, tal como lo dieron a conocer los expertos en sus cálculos.
Los hallazgos sobre el asteroide 2020 XL5 fueron compartidos a través de una publicación realizada en la revista Nature Communications, en la que además se menciona que algún día podría ser posible que los humanos visiten la roca y creen bases humanas allí. ¿Será esto posible?
¿Qué es un asteroide troyano?
Se denominan asteroides troyanos los cuerpos que comparten órbita con un planeta, permaneciendo estables delante o detrás del mismo. Se ha encontrado una gran cantidad de ellos alrededor de diferentes planetas, como Neptuno, Venus, Marte, Júpiter y Urano; sin embargo, 2020 XL5 es tan solo el segundo que ha hecho presencia cerca de la Tierra.
Cabe recordar que en el año 2011 se descubrió el asteroide 2010 TK7, el cual, para entonces, se consideraba el único asteroide troyano terrestre, hasta este descubrimiento del 2020 XL5; aunque la existencia de este último no se podía comprobar en un principio, finalmente los investigadores encontraron los datos necesarios para comprobarlo.
“El descubrimiento de los asteroides troyanos terrestres es muy significativo, porque pueden contener un registro de las primeras condiciones de la formación del sistema solar, ya que los troyanos primitivos podrían haber estado coorbitando los planetas durante su formación, y también añaden restricciones a la evolución dinámica del sistema solar”, indicó en un comunicado Toni Santana-Ros, autor principal del estudio de la Universidad de Alicante y el Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona.