A partir de las primeras horas de este lunes 18 de julio, varios sectores del gremio de los transportadores de carga en Perú han emprendido una nueva jornada de protestas, anunciada días atrás, y que amenaza con ser un paro indefinido, al que invitaron a unirse a otros sectores sociales de su país.
Si bien las motivaciones que han impulsado este paro indefinido son varias, al interior de los sectores convocantes se destaca como uno de los principales motores la petición de la reducción de los precios de los combustibles.
Según declaraciones entregadas por líderes de la Asociación de Transportistas de Perú, Asotrape, a medios locales, el inicio de la jornada se esperaba la participación de cerca de 80.000 conductores en las diferentes regiones del país; cifra que podría ser más alta con la adhesión de otros sectores sociales a la protesta que se espera se adelante de manera pacífica.
De acuerdo con las declaraciones entregadas a medios locales por líderes de la protesta convocada, la idea de los manifestantes es realizar “apagado de motores”, entendiendo que, en su legislación, el bloqueo de vidas es considerado un delito; no obstante, se prevé que algunos sectores sí incurran en estas conductas.
Previo al inicio de la jornada de protestas, líderes de la protesta en la región de Arequipa sostuvieron que el paro estaba confirmado y elevaron un llamado especial a la comunidad para que tomen las medidas pertinentes, conscientes de que sus acciones podrían afectar a una parte de la población, pero invitándolos a entender la posición tomada por los sectores convocantes, quienes también advierten que la manifestación se deriva del incumplimiento de acuerdos previamente suscritos con el gobierno Castillo, más precisamente en el mes de marzo.
En tanto el paro responde al gremio de los transportadores, se prevé que una de las principales consecuencias que podrían presentarse en las grandes urbes de Perú estarían relacionadas con el desabastecimiento de alimentos.
Medios de comunicación locales en Perú también advierten que, dentro de los sectores que podrían adherirse a la protesta convocada por los transportadores de carga, en algunas ciudades, se encuentran los gremios del transporte de pasajeros, a través de grupos de taxistas y conductores de servicio público, quienes también se han visto afectados por el exponencial aumento en los precios del combustible.
Previo al inicio de la jornada de protesta, se proyectaba como las regiones más afectadas con esta protesta a Arequipa, Cusco y Lambayeque, sin descartarse que en otras regiones, aunque en menor proporción, otros transportadores también realizaran manifestaciones.
Más allá de la petición de la regulación del precio de los combustibles
Si bien el alza del precio de los combustibles se ha convertido en el corazón del llamado a la protesta de los transportadores, en el pliego de peticiones que motivó a este paro indefinido también se encuentra otra serie de situaciones que atañen al sector transportador y que será puestas sobre la mesa en una eventual negociación con el gobierno.
En ese sentido, los transportadores en Perú también abogan por la devolución de la condición de servicio público; la regulación de la competencia desleal, referida a la presencia de transportadores de otros países operando en Perú; el cobro de peajes; la reserva de cargas para transportadores regionales; entre otras.
Previo al inicio de la jornada de paro, los transportadores y líderes de la protesta habían afirmado que solamente se sentarán a negociar con funcionarios de alto rango, como ministros de los sectores relacionados con las peticiones, y con el presidente Castillo, en busca de acuerdos confiables.
Pese al llamado a la protesta, al interior del mismo gremio de los transportadores también existen sectores que han manifestado su negativa a sumarse al paro, rechazando los efectos violentos que ello podría conllevar.
En ese sentido, sectores como la UNT (Unión Nacional de Transportadores) han dicho ‘no’ a adherirse al paro, refiriendo que con este se puede promover la informalidad, según declaraciones recogidas por el diario La República, en las que también se reconoce que el Gobierno ha venido cumpliendo parte de los acuerdos pactados en meses pasados.
Desde el Gobierno de Perú, previo al inicio de la jornada de protestas anunciada, también se había intentado sostener una serie de acercamientos con los convocantes de la protesta, no obstante, dichos espacios no pudieron ser concretados.
En ese sentido, y a través de una rueda de prensa, los comisionados del Gobierno advirtieron que han evidenciado que no existiría cohesión entre los sectores convocantes, desestimando los alcances ‘nacionales’ que pudiese llegar a tener la protesta.
Pese a lo anterior, desde el sector agricultor, que ha anunciado su adhesión a la protesta, se afirmó que cerca de 500.000 personas planean movilizaciones y plantones en 14 regiones del país.
En el caso de este otro sector, las solicitudes al gobierno se fundamentan en pedir una distribución más eficiente de la urea, y la destinación de mayores recursos para una reforma agraria.