Luego de que este sábado, 9 de julio, el cuerpo del ex primer ministro japonés, Shinzo Abe, llegara a Tokio tras ser transportado por el coche fúnebre desde la ciudad occidental donde fue abatido. Medios locales informaron que la noche del lunes se realizaría el velatorio y el martes un funeral con solo las personas más cercanas a Abe.
El cuerpo del líder político llegó por la tarde a su domicilio en Tokio, a bordo de un coche fúnebre en el que iba Akie, su esposa, y que había dejado al alba el hospital de Kashihara, cerca de Nara, donde el ex primer ministro había sido conducido mortalmente herido.
Alcanzado por dos balas en el cuello, Abe fue declarado muerto horas después de la agresión, pese a los esfuerzos desplegados por un equipo de 20 médicos, quienes lo atendieron luego del atentado tras ser trasladado en un helicóptero.
Así entonces, Japón ha llorado este sábado la muerte de Abe, mientras que la policía nipona de Nara admitió los fallos de seguridad durante el evento en el que resultó asesinado Abe. “Es innegable que se han producido fallos en la seguridad”, ha lamentado el jefe de Policía de la prefectura, Tomoaki Onizuka, quien se disculpó en público.
El hombre acusado de disparar a Abe fue detenido en el lugar de los hechos y, según la policía, confesó el crimen y explicó que lo cometió pensando que Abe estaba ligado a un grupo no identificado. Varios medios locales hablan de un grupo religioso, sin embargo, hasta el momento no se ha revelado el nombre de dicha agrupación.
Entre tanto, la policía investiga los antecedentes de este hombre de 41 años, quien estaría desempleado actualmente. Se informó que integró la Fuerza de Autodefensa Marítima, la Marina japonesa, e indicó que habría utilizado una arma de “aparente” fabricación casera.
Las autoridades señalaron que no hubo amenazas contra Abe, quien hacía campaña por su Partido Liberal Democrático (PLD) cuando fue atacado, para las elecciones legislativas que se aproximan en el archipiélago.
Las imágenes que han circulado en las cadenas de televisión muestran a Tetsuya Yamagami, el sospechoso, vestido con camisa gris y pantalón marrón, acercándose por detrás de Abe, antes de sacar el arma de una bolsa, y luego disparar dos veces contra el líder político, generándole la muerte.
Luego de que el primer ministro Fumio Kishida anunciara que se suspendían las propagandas políticas, después del atentado a Abe, este viernes afirmó que los preparativos para la elección proseguirían normalmente.
Kishida, miembro como Shinzo Abe del PLD, derecha nacionalista, participó este sábado por la mañana en un mitin de campaña en Yamanashi, al oeste de Tokio, ante 600 personas, y declaró, según el diario Mainichi, que “la violencia no triunfará sobre la palabra”, haciendo referencia a los actos violentos desatados en medio de las elecciones legislativas.
Cabe resaltar que Abe procedía de una familia política de la élite japonesa y se convirtió en el primer ministro más joven de la posguerra cuando asumió el poder en 2006 a los 52 años. Su primer mandato terminó con su renuncia por motivos de salud, pero volvió al poder en 2012 y se mantuvo hasta 2020, cuando renunció al volver a sufrir una colitis ulcerosa.
Sus opiniones nacionalistas crearon división en el país, en especial su deseo de reformar la Constitución pacifista japonesa para reconocer a las fuerzas armadas del país, y enfrentó numerosos escándalos, incluyendo denuncias de favorecer a sus allegados. Otros lo elogiaron por su estrategia económica y sus esfuerzos por poner a Japón en el escenario mundial.
*Con información de AFP