Simón Bolívar libertó los territorios que hoy ocupan Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia, pero en ninguna de estas naciones lo recuerdan con tanto fervor como en su natal Venezuela. Por eso sus compatriotas no ahorraron honores y festejos en el aniversario número 229 de su nacimiento. Como parte central de la celebración, Hugo Chávez mostró una reconstrucción digital de la cara de Bolívar. En el cuadro se podían ver sus facciones, que no difieren de la imagen que se conoce de él a través de las pinturas. El presidente venezolano manifestó al ver el retrato: "!Viva Bolívar!, he aquí su rostro", y todo el auditorio, que incluía a lo más selecto de su gabinete, estalló en aplausos. Un equipo de más de 50 forenses sometió el cráneo de Bolívar a una tomografía axial computarizada y para los tejidos blandos recurrieron a tablas internacionales adaptadas a la características genéticas de los caraqueños. Esta reconstrucción exacta fue lograda con la técnica craneométrica. Los restos de Bolívar, quien murió el 17 de diciembre de 1830, fueron exhumados hace un año. Pero no todos estuvieron de acuerdo con perturbar su tumba. En aquel momento la Academia de Historia de Venezuela declaró: "Quedará inscripto como el irrespeto más grave que se le haya hecho al Libertador Simón Bolívar". Sin embargo, para los chavistas era necesario exhumar el cuerpo para descifrar los misterios que rodeaban la muerte del Libertador. Se decía que esos no eran los restos del héroe independentista y que había muerto envenenado y no por causa de la tuberculosis, como reza la historia. Para descifrar el misterio también se exhumaron los cuerpos de las hermanas de Bolívar, María Antonia y Juana, para comparar el ADN. Los resultados dieron positivo así que solo quedaba descubrir la causa exacta de la muerte del prócer. Los estudios, que no son del todo concluyentes, determinaron que Bolívar podría haber padecido de hictoplasmosis, una afección que tiene síntomas similares a los de la tuberculosis. No obstante, algunos todavía creen la hipótesis del presidente Chávez según la cual el Libertador fue asesinado por la oligarquía neogranadina, más concretamente por Santander. Y es que Bolívar se ha convertido en el caballito de batalla de Chávez que se autodenomina su sucesor y quiere cubrirse con el manto de la popularidad y la simpatía que el pueblo siente por el prócer. De hecho, siempre lo cita en sus discursos, asegura que nadie conoce tan bien su biografía y sus batallas y cree que está destinado a cumplir su proyecto político. "En Chávez reencarnaron las ideas de Bolívar", dijo en una oportunidad su íntimo amigo Fidel Castro. Pero Chávez no es el único que quiere ganar réditos políticos con la imagen del Libertador. Henrique Carriles, el candidato de la oposición, también declara públicamente su admiración por el caudillo, y en pleno periodo electoral, convenientemente filtró a los medios que es el sobrino octavo de Bolívar. De acuerdo con Antonio Herrera-Vaillant, director del Instituto Venezolano de la Genealogía, quien rastreó el linaje de Bolívar, Capriles es descendiente de Juan Agustín Bolívar, un medio hermano del Libertador. Por consiguiente, es el sobrino octavo de Simón Bolívar. Bien lo dice el periodista Abraham Zamorano en una artículo para BBC Mundo: "Si Simón Bolívar saliera por la puerta de su flamante nuevo mausoleo, se encontraría con que los contendientes en la campaña electoral son nada más y nada menos que quien aseguran que es su sobrino octavo y alguien que dice seguir sus pasos (...)".