Este martes 18 de abril, medios internacionales como la Agencia France-Press (AFP) revelaron apartes de una investigación que se adelantó al secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, luego de que este se viera involucrado en un escándalo de índole personal al interior de la entidad.
De acuerdo con las conclusiones del estudio citado por la AFP, Luis Almagro sí violó “obligaciones éticas” de la organización; no obstante, el informe también advierte que el diplomático “no quebrantó las reglas sobre incrementos salariales o conflictos de interés”, esto después de que se descubriera que el líder de la OEA había mantenido una relación sentimental oculta con una subalterna.
Este escándalo había estallado en 2022, aproximadamente en el mes de noviembre, cuando el denominado Consejo Permanente de la OEA solicitó ante una entidad externa que se adelantara una auditoría e investigación interna a la gestión de Almagro, esto después de que estallara un escándalo en el que se señalaba al político de haber violado el código ético de la Organización por haber entablado un romance con su subalterna, situación que está prohibida y castigada en la institución.
Según detalla la AFP, el estudio solicitado por el Consejo Permanente de la OEA fue encargado a la compañía Miller&Chevalier, la cual reveló recientemente los resultados de su trabajo.
Así, la firma concluyó que Almagro, diplomático de origen uruguayo, sí “violó las reglas y regulaciones de la OEA en lo que concierne a las disposiciones sobre el sentido común y buen juicio” y las “obligaciones éticas adicionales para el secretario general”, según apartes del informe revelados por medios internacionales.
El hecho no solo resultó grave por el hecho en sí, sino también porque el secretario de la OEA, consciente de que sus actos eran prohibidos, también permitió que la funcionaria continuara vinculada a la organización, más precisamente como parte del equipo de asesores que asiste a su despacho.
Así, queda comprobado que con lo ocurrido, Almagro incurrió en no obrar correctamente frente a sus obligaciones éticas adicionales y “contravino el espíritu mismo del sentido común y el buen juicio”, siendo esto, según lo establece el mismo cargo, un factor fundamental para el ejercicio de la Secretaría General, en sí, y de todos los funcionarios adscritos a ella.
Pese a los errores encontrados, el estudio que se le realizó a Almagro también encontró actos honestos por parte del funcionario, en tanto se advierte que Almagro no incurrió en actos violatorios relacionados con “las obligaciones de supervisión, incrementos salariales, intimidación, viajes o conflictos de interés”.
Además de la auditoría realizada al caso Almagro, la entidad, al haber asumido como herramienta de análisis el código de ética de la organización, el cual tiene su última modificación en 2012, también reconoció que es hora de que este sea actualizado.
Así, según recoge la AFP, los encargados del ejercicio de la auditoría eleva una sugerencia a la organización manifestando la pertinencia de una actualización.
Según la auditoría, en un caso futuro estará más claro la existencia o no de irregularidades frente a escenarios como el que protagonizó Almagro.
La firma señaló que la Organización Internacional, realmente se vería beneficiada de la implementación “de una regulación más exhaustiva frente a las conductas relacionadas con relaciones íntimas”.
Tras el estallido del escándalo el año anterior, el secretario general de la OEA se ha mantenido firme en reconocer la comisión de la falta, reconociendo haber apostado por formar una relación amorosa con su subalterna.
En declaraciones citadas por la AFP, el funcionario reconoció que la referida subalterna fue su pareja por los últimos tres años, reconociendo además que estos fueron los hasta ahora “mejores” de su vida.
En su momento, el hombre también reconoció que pese a lo gratificante que fue para él la relación, esta ya se había acabado; no obstante, el estallido del escándalo fue empleado por países como Argentina y México para salir al paso de Almagro abogando por su renuncia.
La pareja en cuestión de Almagro era una funcionaria, que se desempeñaba como analista política latinoamericana, quien estuvo vinculada al despacho desde 2012 hasta 2022, y actualmente goza de un estatus especial al encontrarse de licencia.
El resumen de la auditoría a la denuncia es que esta carece de pruebas.
*Con información de la AFP.