La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, viajó hasta Rumania, país que tiene frontera con Ucrania y que ha sido uno de los destinos más comunes de los refugiados que huyen de la guerra. La visita de la esposa del presidente estadounidense tuvo como motivo compartir con las madres y niños ucranianos que dejaron sus hogares por la avanzada rusa.

Jill Biden llegó hasta la capital rumana, Bucarest, y junto con la primera dama de este país, Carmen Iohannis, visitaron una escuela en la que participan menores de edad ucranianos, así como algunas docentes del país en guerra que ahora estarían dando clases en estos centros académicos.

“Hoy en Bucarest, la primera dama Carmen Iohannis y yo visitamos la Escuela Uruguay, una escuela rumana que ha abierto sus clases a estudiantes ucranianos refugiados”, fue el anuncio de Jill Biden en su cuenta de Twitter este sábado 7 de mayo.

Y agregó, “las madres harían cualquier cosa por sus hijos, y las madres ucranianas, como Svitlana, continúan siendo tan fuertes y resistentes. Estoy agradecida de saber que el pueblo rumano ha acogido a estas familias en sus hogares y en sus corazones”, haciendo referencia a la historia de una de las mujeres con las que pudo compartir, además de agradecer por la acogida que este país vecino ha tenido con los desplazados ucranianos ante la guerra.

“No solo compartimos el amor por nuestros estudiantes, sino que estamos unidos en nuestro apoyo al pueblo ucraniano”, continuó escribiendo la esposa del presidente estadounidense en su cuenta de Twitter, haciendo referencia a la primera dama rumana, quien es profesora de inglés de profesión.

Frases como “ustedes tienen una increíble fortaleza” o “estamos junto a ustedes y quiero que lo sepan”, llamaron la atención en la visita de Jill Biden, quien aseguró a los refugiados ucranianos que estaría apoyándolos, así como recordándoles su valentía en medio de la ardua lucha que están enfrentando por su país.

Es de recordar que más de 5,8 millones de personas se han visto obligadas a salir de Ucrania desde que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio inicio el 24 de febrero a una ofensiva militar que sigue vigente hasta la fecha y que amenaza con provocar más de 8 millones de refugiados.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), que actualiza diariamente sus balances con decenas de miles de nuevos casos, tiene registradas ya más de 3,1 millones de llegadas a Polonia, si bien no todas estas personas siguen en territorio polaco.

Unos 858.000 refugiados han cruzado a Rumania, mientras que 557.000 han llegado a Hungría, 454.000 a Moldavia y 392.000 a Eslovaquia. La ONU tiene constancia, además, de unas 739.000 llegadas a Rusia, si bien las autoridades locales aseguran que la cifra real supera el millón.

El dato de refugiados se suma al de desplazados internos, que Naciones Unidas mantiene por ahora en los 7,7 millones. En total, casi una tercera parte de la población ucraniana ha abandonado sus hogares desde el inicio de la invasión rusa.

Por el momento, la ofensiva rusa en Ucrania no cesa, incluso en la devastada Mariúpol, en el sureste, donde Kiev anunció que otras 50 personas pudieron ser evacuadas de la inmensa acería Azovstal, en la que se atrincheran combatientes y civiles en el último reducto de resistencia en la ciudad.