La Unión Europea (UE) planea intensificar sus esfuerzos destinados a utilizar los activos rusos congelados para compensar los daños sufridos por Ucrania en la guerra, una medida exigida por Kiev, pero que es complicada de articular desde el punto de vista legal.
“La UE intensificará sus esfuerzos destinados a utilizar los bienes congelados a Rusia para apoyar la construcción de Ucrania y con fines de reparación, en concordancia con el derecho europeo y el derecho internacional”, indicaron en un comunicado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel y la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una cumbre en Kiev con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Los máximos responsables de la Unión Europea también expresaron su apoyo al proceso de adhesión de Ucrania durante una cumbre en Kiev, en pleno conflicto con Rusia, que ha redoblado su ofensiva en el este de la exrepública soviética.
“Los apoyaremos [...] en cada etapa de su viaje hacia la UE”, publicó Charles Michel en su cuenta oficial de Twitter este viernes 3 de febrero a su llegada a la capital ucraniana, donde las sirenas antiaéreas resonaron de madrugada, recordando el riesgo permanente de que Moscú vuelva a atacar Kiev.
Ucrania es oficialmente candidata a la adhesión al bloque desde junio de 2022, un proceso arduo que requiere numerosas reformas y que podría llevar años, pero que el gobierno ucraniano espera acelerar.
El presidente Zelenski consideró el jueves que su país merece comenzar “este año” las conversaciones de adhesión a la UE.
“Cada paso hacia una mayor integración de Ucrania a la UE es una fuente de inspiración para nuestro pueblo”, afirmó, y añadió que se debería intensificar la presión internacional sobre Rusia.
Von der Leyen aseguró en Kiev que está trabajando en nuevas sanciones contra Rusia para el 24 de febrero, primer aniversario de la invasión. No brindó detalles de los planes para ese décimo paquete de sanciones, pero afirmó que Moscú debe “pagar por la destrucción que ha causado”.
Consideró que las sanciones adoptadas hasta ahora han hecho retroceder a la economía rusa “una generación”, señalando que la limitación al precio de las exportaciones rusas de petróleo a 60 dólares el barril le cuesta a Moscú 160 millones de euros (174 millones de dólares) por día.
Este domingo 5 de febrero entrará en vigor un embargo europeo a los productos petroleros refinados rusos exportados por vía marítima, una medida “negativa” que “desequilibrará aún más” los mercados, según denunció el Kremlin este viernes.
Además, el gobierno ucraniano reclama que se utilicen los activos rusos congelados en los países occidentales para financiar la reconstrucción, una medida que plantearía varios problemas legales.
Por su parte, Rusia anunció que había “nacionalizado” unos 500 bienes y activos pertenecientes, sobre todo, a oligarcas ucranianos en Crimea, península que Moscú se anexionó en 2014.
Tras una serie de derrotas en esta invasión, el Kremlin movilizó a cientos de miles de reservistas y multiplicó sus ataques terrestres, en especial en el este de Ucrania.
Con información de AFP