Activistas de Malasia criticaron este jueves al Gobierno de su país por haber prohibido tres libros que supuestamente promueven “estilos de vida LGBTQ”, afirmando que la decisión erosionará aún más los derechos de las personas homosexuales y trans.
Jacob’s Room to Choose, un volumen infantil sobre la expresión del género y la identidad, fue prohibido en enero, indicó el Ministerio de Interior el martes en un comunicado.
En él, un profesor educa a los niños sobre identidad de género después de que un alumno con vestido se sintiera incómodo en el baño de los chicos. Otros dos libros infantiles, The Tale of Steven y Aku también fueron prohibidos.
Según el Ministerio, la medida busca “evitar la propagación de elementos que son dañinos para la moralidad de la comunidad”.
La homosexualidad está prohibida en Malasia y las leyes que criminalizan los actos de sodomía prevén penas de cárcel, castigos físicos y multas.
Siti Kasim, una destacada abogada malasia especializada en derechos humanos, afirmó que la prohibición es un intento de “cortar” los derechos de las personas LGTBQ (lesbianas, gays, trans, bisexuales y queer).
“Este grupo siempre ha estado marginado y oprimido”, afirmó.
Thilaga Sulathireh, del grupo de defensa de personas trans Justice for Sisters indicó que la decisión se enmarca en una “tendencia más amplia de censura que hemos ido viendo en los últimos años”.
En 2017, Walt Disney no estrenó su película La bella y la bestia tras negarse a eliminar un “momento gay”, tal y como le habían solicitado los censores. El año pasado, el filme de Marvel Thor: amor y trueno también fue prohibido por contener supuestos elementos LGTBQ. En Malasia, un país de mayoría musulmana, el fundamentalismo religioso se reforzó en los últimos años.
Del otro lado de la barrera, a finales del año pasado, en España fue impulsado el proyecto de Ley Trans, que permite cambiar libremente de género a partir de los 16 años. Esta iniciativa insignia del partido de izquierda radical Podemos, aliado de los socialistas en el gobierno de coalición que encabeza Pedro Sánchez, el texto debe permitir que una persona transgénero cambie su nombre y mención relativa a su sexo en sus documentos presentando una solicitud en el Registro Civil.
A hoy, febrero de 2023, España está a punto de convertirse en uno de los pocos países que autoriza la libre autodeterminación de género, aunque otras naciones que lo han hecho han reculado ante complejidades emanadas del delicado asunto.
El Congreso de los Diputados tiene previsto aprobar definitivamente la ley sobre los derechos de las personas transgénero, que abrirá la puerta a que cualquier persona a partir de los 16 años cambie libremente de género mediante un sencillo procedimiento administrativo.
Es el último paso antes de la entrada en vigor de esta legislación, que provocó profundas divisiones en la coalición gobernante de izquierda y en el movimiento feminista, en momentos de alta tensión política, a meses de las elecciones municipales de mayo y las legislativas de finales de año.
Hasta ahora, los adultos solo podían pedir el cambio con un informe médico que diagnosticara disforia de género y una prueba de tratamiento hormonal por dos años, y los menores necesitaban una autorización judicial.
La nueva ley, aprobada en primera lectura en el Congreso en diciembre y validada por el Senado hace una semana, elimina todos esos requisitos y facilita el cambio de género desde los 12 años, aunque hasta los 16 exige ciertos requisitos.
El reclamo de instrumentos legales de protección fue en aumento a medida que crecía en muchos países la disforia de género, que es la falta de coincidencia entre el sexo biológico de una persona y el género con el que se identifica.
*Con información de la agencia AFP.