En las últimas horas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró sentirse “conmocionado” ante el tiroteo que se produjo en una localidad cercana a Chicago, después de que este lunes 4 de julio un hombre abriera fuego a los asistentes del desfile por el Día de la Independencia en Highland Park.
“Conmocionados por la violencia armada sin sentido, que una vez más trajo dolor a una comunidad estadounidense en este Día de la Independencia”, sostuvo el mandatario estadounidense.
Así mismo, Biden prometió seguir en la lucha contra “la epidemia de la violencia con armas de fuego” en el país y recordó que a finales de junio promulgó la primera legislación importante en décadas sobre el control de armas, aunque reconoció que “queda mucho por hacer”.
Hasta el momento, el tiroteo ha dejado al menos seis muertos y 24 heridos. En cuanto al sospechoso, la Policía lo ha descrito como un hombre blanco de entre 18 y 20 años, que escapó y en este momento es considerado “armado y peligroso”.
En concreto, hay en marcha una búsqueda “puerta por puerta” para localizar al individuo causante de la tragedia, quien es descrito por los testigos como una persona de constitución pequeña y que lleva una camisa blanca o negra. La descripción la dieron a conocer las autoridades en medios de comunicación para su difusión y así poder dar con el sospechoso de manera más rápida.
Esta tragedia ha sembrado pánico en las calles de este pueblo, ubicado a orillas del lago Michigan, donde cientos de personas se habían concentrado en la mañana para las celebraciones del 4 de julio. Brad Schneider, representante por Illinois en la Cámara baja del Congreso, se encontraba allí cuando sonaron los disparos. “Mi equipo de campaña y yo acabábamos de reunirnos para el inicio del desfile cuando comenzó el tiroteo”, publicó Schneider tras ponerse a cubierto.
*Con información de AFP y Europa Press.