Una reciente encuesta sobre proyecciones económicas, elaborada por el Grupo Ohla, realizó consultó a altos ejecutivos en Latinoamérica, asociados al sector del consumo y venta al detalle o comercio minorista, sobre sus predicciones para el segundo y tercer trimestre del año.
Si bien algunos ejecutivos empiezan a vislumbrar señales de optimismo, la mayoría de los encuestados aún se encuentran preocupados por las proyecciones económicas en la región y un 48% de ellos no ve en su economía ningún cambio a corto o mediano plazo en lo que queda del año.
La encuesta tomó una muestra en 17 países latinoamericanos con más de 390 encuestas que tuvieron lugar entre el 3 de abril y el 31 de mayo del 2023, donde se investigaba sobre las perspectivas económicas y el impacto en la rentabilidad sobre el negocio.
Preguntados por la situación económica en Colombia y su perspectiva para que esa situación mejore, un 63% de los encuestados aseguraron que la situación empeorará frente a un 20% de ejecutivos que piensan que la situación seguirá igual y un 17% piensa que la situación económica mejorará en el país.
En todos los países de la región, el aumento de precios es motivo de preocupación, con pocas expectativas de una baja en el mediano plazo.
Sobre las preocupaciones y señales de desaceleración, si bien esta vez el 52% de los colombianos anticipó un alza de precio en los próximos meses, dicha cifra en la medición anterior alcanzó el 86%; mientras que en el caso de Chile y Centroamérica dicha cifra pasó de 69% a 37% y 79% a 49%, respectivamente.
Es importante destacar el más reciente informe del Banco Mundial que indicó que espera que el crecimiento de América Latina y el Caribe se desacelerará aún más en 2023, hasta un 1,5%.
En el desglose, se prevé que el crecimiento de Brasil sería de 1,2 % en 2023; mientras que México, Colombia y Argentina crecerán 2,5%, 1,7 % y -2%, respectivamente. Mientras que se espera que Chile experimente una contracción del 0,4 % en 2023.
Consultados respecto a su proyección de precios para el segundo y tercer trimestre, en todos los países de la región el aumento de precios es motivo de preocupación, con pocas expectativas de una baja en el mediano plazo. En concreto, un 51% de los encuestados anticipa que los precios continuarán aumentando.
En cuanto a la rentabilidad de los negocios, el 44% de los encuestados pronostica que será menor que en 2022. En cuanto a Argentina con un 54% de encuestados considera que la situación empeorará. En contraste, en Centroamérica-Caribe, México y Perú se percibe un optimismo relativo.
“La medición revela que los ejecutivos han superado el pesimismo de sus economías en el corto plazo, con algunas excepciones. No obstante, aún existe una cautelosa mirada hacia el futuro, sobre todo en lo que respecta a la inflación” destacó Antonio Monckeberg, CEO de Grupo Ohla.
Según la encuesta, al analizar las respuestas por el área en que los ejecutivos se desempeñan, se puede apreciar que el sector de Electrónica y/o Tecnología, Farmacéuticos y Snack presentan una proporción significativa de ejecutivos que prevén un empeoramiento de la situación económica para el II y III trimestre del año; mientras que el sector de Bebidas y/o Jugos y Retail muestra una alta proporción de ejecutivos que creen que la situación se mantendrá igual.
El FMI mejora su pronóstico de crecimiento global a un “débil” 3% para 2023
La economía global crecerá 3% este año y el que viene, una perspectiva “débil”, pronosticó este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI), que considera una “prioridad” seguir bajando la inflación, la perspectiva del crecimiento global “sigue siendo débil” y “se inclina a la baja”, advierte el Fondo en la actualización de sus Perspectivas de la Economía Mundial.
Los pronósticos para este año mejoran solo 0,2 puntos porcentuales (pp) respecto a los de abril, porque la subida de las tasas de interés para combatir la inflación “sigue lastrando la actividad económica” en el mundo.
La inflación continúa erosionando el poder adquisitivo de muchos hogares, aunque se prevé que a nivel general descienda de 8,7% en 2022 a 6,8% en 2023 y 5,2% en 2024. La subyacente (que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía) disminuirá “de forma más gradual”, informa la institución financiera.